Juan XXIII, nacido Angelo Giuseppe Roncalli, pasó a la historia como una figura cardinal en la historia de la iglesia católica, pero también como eje de una sucesión de acciones de salvataje de personas condenadas a muerte que dio vida al precepto bíblico: «Y amarás a tu prójimo como a ti mismo».
«Las similitudes entre el Papa Francisco y su predecesor el Papa Juan XXIII son lo suficientemente numerosas como para llevarme a decir en varias ocasiones: el papa Juan ha regresado», expresó Monseñor Loris Capovilla en el acto en que fue distinguido por la Fundación Wallenberg.
Monseñor Capovilla, secretario privado y amigo personal del beato Papa Juan XXIII, fue distinguido con la Medalla del Centenario Raoul Wallenberg. La ceremonia se llevó a cabo en la Casa del Peregrino, en Sotto il Monte Giovanni XXIII, provincia de Bérgamo, Italia, donde reside actualmente.
El galardón a monseñor Capovilla, arzobispo titular de Mesembria, de 97 años, reconoce su contribución, por más de medio siglo, a mantener viva la memoria de Angelo Giuseppe Roncalli, Sumo Pontífice entre 1958 y 1963, de cuyo fallecimiento se cumplieron cincuenta años el pasado 3 de junio.
En el discurso de entrega, Eduardo Eurnekian, presidente de la Fundación Wallenberg, señaló: «Quienes conocen la historia de Juan XXIII saben el apoyo que tuvo en monseñor Capovilla, su secretario, su amigo, su confidente. Cuando nuestra organización creó de su seno el 'Comité Internacional Angelo Roncalli', monseñor Capovilla se convirtió en uno de los primeros miembros. Su entusiasmo y apoyo nos permitieron saber que podíamos contar con él, como amigo y como fuente de inspiración».
Monseñor Capovilla agradeció la noticia del otorgamiento del galardón por medio de una carta leída públicamente en la Conferencia Internacional de Homenaje a la memoria del papa Juan XXIII, celebrada en Jerusalén.
«Estoy muy satisfecho porque desde hace muchos años ustedes me han recibido entre los miembros honorarios del Comité Internacional Angelo Roncalli. Con grata sorpresa encuentro entre nombres famosos el de Jorge Mario Bergoglio, desde el 13 de marzo de 2013 sucesor del Apóstol Pedro bajo el nombre de Francisco. Las similitudes entre él y su predecesor Juan XXIII son lo suficientemente numerosas como para llevarme a decir en varias ocasiones: el Papa Juan ha regresado», escribió monseñor Capovilla.
En una sesión que seguramente hará historia el Parlamento de Israel (Knesset) dedicará una sesión especial y plenaria a recordar a Angelo Roncalli por su rol de salvador de judíos perseguidos durante el Holocausto. La Fundación Raoul Wallenberg solicitó que Tzachi Hanegbi, miembro del parlamento, ex ministro de justicia y ex presidente del Comité de Relaciones Exteriores y Seguridad de la Knesset, sea uno de los oradores en la sesión especial del plenario.
En efecto, Angelo Roncalli extendió una mano solidaria al prójimo necesitado durante el Holocausto, al tiempo que fue el gran promotor de un nuevo clima de diálogo y reconciliación a través de la declaración Noestra Aetate, documento preliminar del histórico Concilio Vaticano II.
La Fundación Wallenberg recuerda a Roncalli con la edición de un libro electrónico, obra documental que abunda en material histórico y testimonios de autoridades académicas, científicas y periodísticas. El acceso es gratuito a través del siguiente link: http://www.raoulwallenberg.net/wp-content/files_flutter/6665.pdf
Además de la emisión de sellos postales en su honor y la identificación de espacios públicos con su nombre, la Fundación Wallenberg publica un voluminoso dossier científico que respalda la solicitud de reconocimiento de Roncalli como «Justo entre las Naciones».
«Justo entre las Naciones» es el título honorífico que distingue a aquellas personas que prestaron ayuda a las víctimas judías de la persecución durante el Holocausto.
Entre otras acciones, en 1944 Roncalli organizó en Estambul una red de salvación de judíos y otros perseguidos por el nazismo. El dossier puede ser consultado en:
http://www.raoulwallenberg.net/wp-content/files_flutter/1314109355introBTsinfotoPDFparaweb.pdf
Desde hace más de veinte años la Fundación Wallenberg lleva adelante programas dedicados a mantener viva la memoria de Monseñor Roncalli a través de la denominación de escuelas y espacios públicos alrededor del mundo. En el año 2000 fue creado el Comité Angelo Roncalli en un acto que tuvo lugar en la oficina de la sede permanente de la Santa Sede en las Naciones Unidas con la participación del ex Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Angelo Sodano.
También, el 2 de julio de 2003 la Fundación Internacional Raoul Wallenberg y la Nunciatura Apostólica presentaron el Entero Postal conmemorativo de Monseñor Angelo Giuseppe Roncalli en la sede diplomática del Vaticano en la República Argentina.
Dos años más tarde, en 2005, la Fundación Wallenberg invitó al Cardenal Walter Kasper, ex presidente de la Comisión de Ecumenismo y Diálogo con el judaísmo del Vaticano, a bendecir la sala de jardín de infantes «Angelo Roncalli» en el barrio La Juanita de la localidad Gregorio de Laferrere de la provincia de Buenos Aires, en Argentina.
Recientemente. el 28 de febrero de 2014 la Fundación Raoul Wallenberg y el Arzobispado de Buenos Aires organizaron una ceremonia interreligiosa en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires para recordar al Cardenal Antonio Quarracino (1923-1998) en un nuevo aniversario de su fallecimiento.
La ceremonia se llevó a cabo junto al Mural Conmemorativo de las Víctimas del Holocausto, emplazado por Quarracino en 1997, siguiendo una idea
aportada por Baruj Tenembaum, creador de la Fundación Wallenberg. El Mural está situado en la Capilla de la Virgen de Luján del principal templo católico del país. Quarracino fue recordado por su trabajo a favor del diálogo interreligioso.
En un ambiente de profunda reflexión y recogimiento más de un centenar de personas se reunieron en la capilla donde los restos del Cardenal Quarracino están sepultados. La fecha elegida no solo coincidió con el día del deceso del ex primado, sino que fue la sugerida por el Papa Francisco a Tenembaum y Eduardo Eurnekian, presidente de la Fundación Wallenberg, durante una conversación que ambos mantuvieran en septiembre de 2013 en Ciudad del Vaticano con Jorge Bergoglio, uno de los primeros miembros de la ONG.
Video de la ceremonia
El Mural Conmemorativo de las Víctimas del Holocausto, y de los asesinados en los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA, constituye un ejemplo de convivencia en un mundo necesitado de gestos concretos de entendimiento y respeto por las diferencias.
El Mural, monumento artístico sin precedentes en la historia de las relaciones judeo-cristianas, fue inaugurado por el Cardenal Antonio Quarracino el 14 de abril de 1997 y se preservó gracias a la determinación del Cardenal Jorge Bergoglio. Su autor es el maestro orfebre Carlos Pallarols. Sus dimensiones son de 1,80 de largo por 1,20 mts. de ancho. Está compuesto por dos paneles de vidrio entre los cuales se sitúan hojas de libros de rezo rescatadas de las ruinas de los campos de concentración de Treblinka y Auschwitz, así como del Gueto de Varsovia.
Emplazado primeramente en la capilla de Santa Teresa de Jesús fue trasladado a la capilla de la Virgen de Luján por expreso pedido póstumo de Quarracino en la carta arriba mencionada: «Pronto se cumplirá el primer aniversario desde el descubrimiento de este digno Monumento ante el que he pedido se invite a los judíos que así lo deseen a cubrirse la cabeza...» «El lugar definitivo del Mural estará ligado al descanso que aguardo dentro de la Catedral para continuar pregonando la fraternidad como lo he hecho toda la vida».
Una réplica del Mural fue instalada en 2004 en la iglesia Vaterunser de Berlín por la pastora Annemarie Werner.