La Fundación Internacional Raoul Wallenberg, que tiene entre uno de sus primeros miembros históricos al arzobispo Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, presentará una medalla especial de reconocimiento a los promotores de la iniciativa lanzada en Italia «Pietre d’inciampo» (Piedras de Tropiezo).
La obra consiste en colocar baldosas conmemorativas junto a las casas de judíos deportados a los campos de concentración nazis. Cada baldosa tiene grabada el nombre de la persona deportada.
La decisión de la Fundación Wallenberg tiene la misión de rendir tributo a emprendimientos que estimulen el ejercicio de la memoria histórica, así como de hechos que sean útiles como ejemplos para futuras generaciones.
«Se trata de un reconocimiento por doble vía: por un lado recordamos a quienes auxiliaron a integrantes de minorías perseguidas y por otro reconocemos a aquellas personas que proponen iniciativas para que las gestas solidarias no queden en el olvido», señalaron Eduardo Eurnekian y Baruj Tenembaum, presidente y fundador de la Fundación Wallenberg.
El nombre de la obra en alemán es Stolperstein y es una idea del artista alemán Gunter Demnig. El propósito de estas piezas artísticas en la vía pública es conmemorar el destino de quienes fueron deportados y asesinados por los nacionalsocialistas. Se trata de cubos de cemento de 10 x 10 x 10 centímetros que en la parte superior llevan incrustadas una placa de metal que tiene grabados los datos esenciales de la persona que se recuerda.
Los cubos son emplazados en las aceras, quedando casi al ras del suelo sobresaliendo levemente de la superficie para que llame la atención. La idea es que, al percibir el desnivel, el caminante se detenga y lea la placa. Al mismo tiempo, la inclinación del peatón puede interpretarse como un gesto de respeto por la persona que se recuerda. A finales de 2008 había unas 17.000 baldosas conmemorativas colocadas en alrededor de 400 ciudades alemanas.
En Italia, las piezas de la memoria están siendo colocadas en ciudades como Roma, L Aquila, Genova, Brescia y Merano.
El reconocimiento a Piedras de Tropiezo será formalmente anunciado a Su Santidad, el Papa Francisco, quien, en su carácter de Primado de Argentina preservó durante quince años uno de los espacios de la memoria más singulares en el escenario de las relaciones judeo-cristianas: el Mural Conmemorativo de las Víctimas del Holocausto instalado dentro de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.
Inaugurado en 1997 por el Cardenal Antonio Quarracino junto al Premio Nobel de la Paz, Lech Walesa, el Mural es una pieza de fina orfebrería en plata de 1,80 metros de alto que exhibe hojas de libros de rezo rescatadas de las ruinas de los campos de concentración de Treblinka y Auschwitz, así como del Gueto de Varsovia. La obra recuerda, también, a los asesinados en los atentados a la embajada de Israel en Buenos Aires (1992) y a la AMIA (1994).
Eurnekian y Tenembaum señalaron que el galardón será previamente anunciado al Papa Francisco, no sólo en su calidad de jefe de la iglesia católica, sino también por ser Miembro Honorario Inaugural de la Fundación Wallenberg.