En 2012, año del centenario de Raoul Wallenberg, la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, una ONG educativa fundada en Argentina y que cuenta con el apoyo de más de trescientos Jefes de Estado y personalidades galardonadas con el Premio Nobel, ejecutó, entre otros muchos emprendimientos, dos iniciativas sin precedentes: la instalación de dos bustos de Raoul Wallenberg, héroe sueco de la Segunda Guerra Mundial, en los aeropuertos de Ezeiza (Argentina) y Punta del Este (Uruguay).
Nunca antes el nombre de Wallenberg, salvador de miles de judíos durante el Holocausto, había estado tan íntimamente asociado a estaciones aeroportuarias en ningún lugar del mundo.
Eduardo Eurnekian, presidente de la ONG internacional, opera, a través de su Corporación América, 49 aeropuertos en América Latina y Europa; entre otros: Buenos Aires, Montevideo, Punta del Este, Guayaquil, Yerevan, Milán, Natal y Brasilia.
Ahora, en línea con el ejemplo dado por la Fundación Wallenberg, Suecia, país natal de Wallenberg, ya discute la idea de cambiarle el nombre al aeropuerto de Arlanda para que pase a llamarse… «Raoul Wallenberg».
El Aeropuerto de Arlanda es una estación internacional situada a 42 kilómetros al norte de Estocolmo y a 31 al sur de Uppsala. Es el aeropuerto más grande de Suecia, uno de los dos hubs más importantes de SAS (Scandinavian Airlines System), y uno de los más grandes de Europa.
No es, seguramente, una coincidencia que ahora se debata en Suecia la idea de homenajear a Wallenberg con la denominación de un aeropuerto luego de conocerse en todo el mundo lo realizado con el «Héroe sin Tumba» en América Latina través de la Fundación Wallenberg.
Y no es un dato menor que el nombre de uno de los héroes más destacados del siglo XX esté asociado a aeropuertos. Se trata de espacios públicos por los cuales transitan todos los años centenares de millones de personas, dándole a lo exhibido una presentación, visibilidad y variedad de público que pocos otros lugares pueden ofrecer. Su valor educativo y promocional es inestimable. Ahora, en Suecia, al parecer, han tomado nota.
Solamente por el aeropuerto internacional de Ezeiza, en Buenos Aires, transitan anualmente alrededor de 10 millones de personas.
Ni raro ni aventurado concluir, pues, que esta iniciativa sueca esté inspirada en las iniciativas internacionales ejecutadas por la Fundación Wallenberg, ONG educativa creada por el argentino Baruj Tenembaum.