Barbara Mooyart-Doubleday, de 94 años de edad, ingresó a la historia por haber traducido al inglés, en el año 1952, el diario de Anna Frank. Hasta ese momento, la versión holandesa era apenas conocida, mientras que la traducción al inglés se convirtió en un best-seller y fue la base para traducciones a otros idiomas.
La señora Mooyart-Doubleday nació en 1919, en Kent, Inglaterra. Sus padres pertenecían a la aristocracia inglesa lo que le permitió a Barbara recibir una educación privilegiada. Durante la segunda guerra mundial se alistó en el ejército y en 1946 se casó con un piloto de guerra holandés para luego trasladarse a Holanda, país en el cual reside hasta hoy en día.
Entre otras iniciativas, la Fundación Internacional Raoul Wallenberg propone a padres de niños recién nacidos que llamen a sus hijos con nombres de salvadores del Holocausto.
El nieto de Barbara, Raoul Mooyart, fue bautizado con el nombre de Raoul, en homenaje a Raoul Wallenberg, el diplomático sueco que durante el Holocausto salvó miles de vidas en Budapest.
Raoul, precisamente, participó del acto que la Fundación Raoul Wallenberg llevó a cabo en Londres el pasado 27 de junio, en honor del ex Primer Ministro Gordon Brown y del salvador británico, Sir Nicholas Winton, de 104 años de edad. En dicho acto, el presidente de la Fundación Wallenberg, Eduardo Eurnekian, informó a Winton sobre la resolución de distinguir a Barbara Mooyart-Doubleday. Winton reaccionó efusivamente y, luciendo su conocido sentido del humor, dijo sentirse feliz por la decisión de «distinguir a una persona tan joven».
La ceremonia de distinción a Barbara Mooyart-Doubleday se llevará a cabo en Amsterdam próximamente, en cooperación con el rabino Raphael Evers, representante de la organización central de comunidades judías de Holanda. Es posible que la Gran Sinagoga Portuguesa de Amsterdam sea el recinto elegido para dicha ceremonia.
En el año 2009, la señora Mooyart-Doubleday fue distinguida con la Orden de Orange Nassau por la Reina Beatriz de Holanda, en reconocimiento a su contribución y servicios brindados a su patria adoptiva y por su aporte a mantener viva la memoria de las víctimas de la Shoá.