La Fundación Internacional Raoul Wallenberg entregó la Medalla del Centenario Raoul Wallenberg a Barbara Mooyaart-Doubleday, la traductora original del diario de Ana Frank al inglés.
La ceremonia tuvo lugar el 28 de octubre de 2013 en la Casa de Ana Frank, Prinsengracht 265, Amsterdam. El premio fue otorgado en reconocimiento a su constante dedicación por mantener viva la memoria de la Shoá.
Una declaración conjunta emitida por Eduardo Eurnekian y Baruch Tenembaum, presidente y fundador de la Fundación Wallenberg, respectivamente, señala que «La Dra. Barbara Mooyaart-Doubleday es un ejemplo vivo del poder de la educación positiva».
Ronald Leopold, Director General de la Casa de Ana Frank, pronunció el discurso de bienvenida, mientras que Rubén Vis, Secretario General de la NIK, organización que abarca más de treinta comunidades judías en los Países Bajos, y Danny Rainer, Vicepresidente de la FIRW, presentaron la medalla a Barbara Mooyaart.
Brian Mooyaart, hijo de la señora Mooyaart, pronunció el discurso de agradecimiento en nombre de su madre y Marie Dupuy, la sobrina de Raoul Wallenberg y miembro de honor de la Fundación Wallenberg pronunicaron las palabras de cierre. El gran rabino Binyomin Jacobs y personal diplomático de las embajadas de los Estados Unidos, Suecia y Argentina estuvieron entre los asistentes. Uno de los nietos de la Dra. Mooyaart, Raoul Mooyaart, cuyo nombre rinde tributo a Raoul Wallenberg, también asistió a la ceremonia.
Barbara Mooyaart-Doubleday nació en el Reino Unido en 1919, hija de Sir Leslie Doubleday y Nora Doubleday. Después de asistir a la prestigiosa Escuela de Benenden para niñas, fue enviada al extranjero para aprender francés. Es madre de tres hijos.
En 1946 se casó con un piloto de guerra y se trasladó a los Países Bajos después de haber sido dado de alta. Vivió en Amsterdam desde 1946 hasta 1949 antes de mudarse a Amersfoort, donde reside en la actualidad.
Barbara Mooyaart-Doubleday ganó el aplauso internacional por su extraordinaria traducción del Diario de Ana Frank al inglés. En 1951 se le acercó un editor de Londres y le pidió que realizara una traducción como muestra para ser comparada con las de otros cuatro traductores que, a diferencia de ella, eran profesionales. Otto Frank (padre de Anna) prefirió la muestra de Barbara, a la cual consideró un ejemplo sobresaliente de dominio lingüístico, inspirada tanto por su formación como por su cercanía en edad a la de su difunta hija Ana.
El Diario de Ana Frank fue publicado originalmente en holandés en 1947, con poco éxito. Sólo 8.000 copias fueron vendidas. La traducción al inglés de Barbara, publicada en 1952 en Londres, recibió una similar y tibia reacción. No fue sino hasta la posterior publicación en Nueva York que el libro fue directamente a la lista de best-sellers, posición que todavía ocupa en la actualidad.
Barbara Mooyaart-Doubleday también tradujo la biografía del artista holandés, van Megeren y dio numerosas conferencias y entrevistas. Algunas de estas últimas se incluyeron en reconocidos libros, como «La obsesión por Ana Frank» de Lawrence Buril (1997) o «Ana Frank, las imágenes y la realidad; reflexiones sobre la memoria social» del profesor Hyman Enzer (1997). Enzer también utilizó sus entrevistas con ella en sus conferencias en la Universidad John Hofstra , donde Barbara fue investida con el título Doctor Honoris Causa.
De 1998 a 2001, Barbara dio una serie de entrevistas a Carol Anne Lee, material que se utilizó en su libro, «La historia de Ana Frank» (1998). Dichas entrevistas aparecieron más tarde en el libro de Lee «La vida oculta de Otto Frank» (2002). A lo largo de décadas, Barbara Mooyaart-Doubleday también ha hecho varias apariciones en radio y TV.
En julio de 2010, la Reina Beatriz de los Países Bajos le concedió el título de Caballero de la Orden de Orange-Nassau por los servicios prestados a su país de adopción y por su contribución a la historia de los Países Bajos, la literatura y la preservación de la memoria de la Shoá.
La Fundación Internacional Raoul Wallenberg es una ONG de alcance global, con sede en Nueva York, con oficinas en Jerusalén, Buenos Aires y Berlín. Su misión es desarrollar programas educativos y campañas públicas basadas en los valores de solidaridad y coraje cívico, pilares éticos de los Salvadores del Holocausto.
Entre sus miembros hay más de 300 Jefes de Estado y personalidades galardonadas con el Premio Nobel. Uno de sus primeros miembros es Jorge Mario Bergoglio, hoy más conocido como Papa Francisco.
«Gracias a la Fundación Wallenberg, no nos sentimos solas»
Emotivas declaraciones de Marie Dupuy, sobrina de Raoul Wallenberg
La Sra. Marie Dupuy participó del acto de entrega de la medalla del Centenario Raoul Wallenberg para la Doctora Barbara Mooyaart-Doubleday, que tuvo lugar el pasado 28 de octubre.
La Sra. Dupuy es la sobrina de Raoul Wallenberg y miembro honoraria de la Fundación que lleva el nombre del heroe sueco.
El padre de Marie, el difunto, Guy von Dardel, era un destacado físico que dedicó su vida a bregar por su desaparecido hermano.
Hoy en día, su viuda, Matti von Dardel y sus dos hijas, Marie y Louise, siguen el camino del padre, tratando de conseguir respuestas acerca del destino y paradero de Raoul.
En su discurso de cierre de la ceremonia en honor a Mooyaart-Doubleday, Marie Dupuy expresó su sentimiento para con la Fundación Wallenberg.
«Las tres - mi madre, mi hermana y yo - nos sentimos muy solas en nuestra lucha cotidiana, pero nuestra soledad se ve aliviada gracias a la Fundación Wallenberg, que tanto nos apoya en nuestra meta común», afirmó.
Brian Mooyaart, hijo de Barbara Mooyaart-Doubleday, tuvo conceptos elogiosos hacia la Fundación Wallenberg
En el acto de entrega de la Medalla del Centenario Raoul Wallenberg a su nonagenaria madre, Barbara, el Sr. Brian Mooyaart agradeció a la Fundación Internacional Raoul Wallenberg y destacó su labor en pos de la conservación de la memoria histórica de la Shoá.
«La combinación de la misión de Eduardo Eurnekian y el foco de Baruj Tenembaum son resaltables y afortunadamente matizadas con buen sentido del humor», expreso Mooyaart, quien asimismo destacó que su madre se había enterado de la existencia de esta ONG cuando el hijo de Brian (nieto de Barbara), recibio el nombre Raoul, en honor al heroe sueco.
«Efectivamente, el joven Raoul, testigo vivo del compromiso de nuestra familia, se encuentra aquí con nosotros, celebrando este tributo a su querida abuela», señaló.
Con su voz entrecortada por la emoción, Brian Mooyaart concluyó su discurso con una cita del Diario de Anne Frank:
«Si miro al cielo, pienso que todo va a estar bien, que la crueldad va a cesar y que la paz y la tranquilidad volverán a reinar en el mundo».
«Señoras y señores, en nombre de mi madre y de toda mi familia, agradezco a la Fundación Wallenberg por su generoso reconocimiento», afirmó.