La crisis en Egipto, con la consiguiente caída del régimen de Hosni Mubarak el año pasado, provocó en Israel una crisis energética que llevó el precio de la electricidad en los hogares a récords históricos.
Los israelíes pagarán a partir de este mes de enero un 24% más que en marzo pasado por la electricidad, debido a la interrupción del gas natural que le suministraba Egipto y al uso alternativo de combustibles más caros y contaminantes.
La nueva tarifa fija el precio del kilovatio hora en 0,593 shékels (unos 0,16 dólares).
La decisión de elevar el precio de la electricidad fue aprobada por una comisión parlamentaria que, si bien frenó la subida del 30% que pedía la Compañía Nacional de Electricidad, advirtió que en los próximos años la tarifa seguirá subiendo.
Los problemas energéticos de Israel se originaron en la suspensión del suministro regular de gas natural desde Egipto tras la caída del régimen de Mubarak, según un acuerdo que fue sancionado por el nuevo Ejecutivo debido a que el precio que pagaba por el gas estaba por debajo del de mercado.
Asimismo, varios ataques terroristas en el último año contra los gasoductos que cruzan la península del Sinaí hacia el Este redujeron sustancialmente la dependencia israelí del gas egipcio.
Israel se abastece ahora de una reserva frente a sus costas en el Mediterráneo, pero el gas es más caro, de peor calidad y el suministro insuficiente.
La empresa eléctrica informó hace varios meses de que había tenido que pasar a emplear el más caro y contaminante gasóleo para garantizar el suministro a la población.