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Miren, ¡puedo volar!

En lugar de decirles a árabes y palestinos, "¿Quieren un congelamiento de los asentamientos? Ok, aquí lo tienen: ahora veamos lo que están dispuestos a aceptar”, Netanyahu prefiere jugar con el presidente Obama y hacer que Israel aparezca más interesado en la tierra que en la paz.

Leyendo los titulares de estos días, no puedo sino repetir esta obvia verdad: Si uno salta de la cima de un edificio de 80 pisos, se puede pensar que está volando a medida que recorre los 79 pisos restantes. Es la súbita parada final la que nos asegura que, bueno, realmente no, no volaba.

Me resulta muy sorprendente observar el comportamiento de muchos líderes y naciones hoy, como si ellos estuvieran convencidos de que pueden volar, ignorando imprudentemente esa súbita parada final que no demorará en llegar.

El primer ministro de Israel, Bibi Netanyahu, se ha ocupado de convencer a todo el mundo acerca de su compromiso por lograr la paz con los palestinos mientras se niega a detener la construcción de asentamientos como condición previa para las negociaciones.

En un momento en el que Israel ya cuenta con 300.000 colonos en Cisjordania, Bibi asegura no poder pausar la construcción para comprobar si el gobierno palestino del presidente Mahmud Abbás - un hombre al cual los israelíes consideran el mejor socio de seguridad palestino que Israel haya tenido jamás - puede forjar un seguro acuerdo de dos Estados para Israel.

EE.UU intenta ahora, básicamente, sobornar a Bibi para revertir su posición. Tal vez acceda, pero es impropio y no presagia nada bueno.

En lugar de tomar la iniciativa y decirle a los árabes y palestinos, "¿Quieren un congelamiento de los asentamientos? Ok, aquí lo tienen: ahora veamos lo que están dispuestos a aceptar”, Netanyahu prefiere jugar con el presidente Obama, hacer que Israel aparezca como más interesado en la tierra que en la paz y arriesgar peligrosamente un trato con Cisjordania.

Por lo tanto, deberá absorber de forma permanente sus 2,5 millones de palestinos y con el tiempo ya no tendrá una mayoría judía. Esa será la súbita parada final, a menos que la próxima guerra llegue antes de ello.

Pero, por el momento, Bibi parece convencido de que puede volar.

Fuente: The New York Times - 14.11.10
Traducción: www.argentina.co.il