El escritor israelí, Amós Oz atacó duramente al primer ministro hebreo, Binyamín Netanyahu, así como a la líder del Partido Laborista, Shelly Yachimovich.
Oz comparó a Israel con Sudáfrica donde regía el apartheid e hizo predicciones negativas sobre el futuro de Estado judío.
Estos fueron sus principales mensajes:
«En mi opinión el Gobierno de Netanyahu es el más anti-sionista que Israel haya tenido alguna vez. Está haciendo todo para que no existan aquí dos Estados, pero me queda la duda si tal vez siquiera pueda haber uno.
Es sorprendente que la política de Israel implique el debilitamiento del presidente palestino, Mahmud Abbás, que sólo recibe castigos financieros y morales, que lo único que hacen es fortalecer a Hamás.
Tal vez esa sea la intención israelí para dejar de lado la posibilidad de que dos Estados solucionen el problema. Si los judios piensan que podrán gobernar a una mayoría árabe durante mucho tiempo, están equivocados. Ningún Estado de apartheid en el mundo ha durado o durará.
Si una solución de dos Estados no se lleva a cabo, aquí no habrá un Estado bi-nacional sino un Estado árabe.
El partido Meretz es el único que puede lidiar plenamente con la cuestión de si vamos a formar parte de Oriente Medio o no. Sobre dicho interrogante existencial Shelly Yachimovich es peor que Ehud Barak. Barak afirmó que no hay solución; Yachimovich dice que no hay problema.
Yair Lapid se procupa por lo mal que se expresan por escrito los estudiantes de los seminarios rabínicos. Estoy totalmente a favor de mejorar su redacción, pero. ¿de qué manera importará eso en un futuro si aquí habrá un Estado árabe? Las próximas elecciones son sobre temas existenciales.
No tengo ninguna garantía de que Tzipi Livni vaya a ser ministro de Bienestar Social en el próximo Gobierno de Netanyahu. No tengo ninguna garantía de que Yair Lapid será ministro de Educación en ese mismo Ejecutivo ¿Pero qué pueden hacer ambos desde adentro en favor de sus ideas?
En contraste, Meretz al menos será una oposición luchadora. El Partido Laborista ha estado arrastrando a los gobiernos del Likud durante 15 años. Se metió en el bolsillo a Shimón Peres y a Amir Peretz. ¿Y que logró? ¿Se redujo lla cantidad de asentamientos?.
El asunto principal es cómo detener la catástrofe de la abolición del Estado del pueblo judío».
Fuente: Haaretz