Lo que fue una sensacional y criticada primicia del periodista Pepe Eliaschev en marzo de 2011, finalmente en septiembre de 2012 se convirtió en un dramático giro de la investigación que se propone aclarar los hechos y enjuiciar los culpables del criminal ataque al edificio de AMIA en Buenos Aires.
Durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU, la presidenta argentina, Cristina Fernández, declaró que días atrás recibió de Irán un «pedido de reunión bilateral para dialogar» presuntamente sobre la causa AMIA. A este reconocimiento agregó que «mi país, que sigue reclamando diálogo como un instrumento universal y también como un tema particular en la causa de Malvinas, ha decidido instruir para que la reunión tenga lugar aquí, en Naciones Unidas, en una reunión bilateral entre ambas cancillerías» [1].
Sin la necesidad de detallar el desarrollo de todos los acontecimientos de por medio, días atrás la presidenta anunció a través de sus cuentas en las redes sociales Twitter y Facebook la firma de un «histórico» Memorándum de Entendimiento entre Argentina e Irán sobre los temas vinculados al ataque terrorista a la AMIA. El acuerdo establece la creación de una «Comisión de la Verdad» compuesta por juristas internacionales para analizar toda la documentación presentada e interrogar sospechosos.
A partir de este momento el gobierno argentino en general, y su cancillería en particular, se vieron en la necesidad de batallar en dos frentes: el ministerio de Exteriores israelí y el liderazgo judío argentino.
El comienzo del diálogo argentino-iraní fue motivo suficiente para que la diplomacia israelí exprese su desconfianza con la arrogancia y prepotencia que tanto la caracteriza. Así como humillaron al embajador turco sentándolo en un silla más baja, Dorit Shavit, la nueva embajadora de Israel en Argentina se descolgó con una grosera insinuación hacia la inteligencia de los argentinos: «Espero que el pueblo argentino no sea ingenuo», declaró [2].
Con la firma del memorandum, el entredicho entre las cancillerías elevó su tono. Carlos García, embajador argentino en Israel, fue convocado al ministerio de Exteriores hebreo a los efectos de dar explicaciones y trasmitirle la «profunda decepción y sorpresa del gobierno israelí ante la decisión de su homólogo argentino de colaborar con Irán». Los diplomáticos israelíes protestaron contra la actitud inaceptable del ejecutivo argentino hacia Israel desde el comienzo de los contactos entre Buenos Aires y Teherán. El vicecanciller israelí, Danny Ayalón definió el acuerdo como el equivalente a «invitar a un asesino para que investigue sus propios crímenes» [3].
Israel, acostumbrado a avasallar cancillerías en el mundo, quedó totalmente sorprendido ante la enérgica y contundente respuesta del canciller argentino. Héctor Timerman rechazó de plano la demanda de explicaciones formulada por el Estado judío. «La cancillería argentina expresa que la citación del embajador argentino en Israel para reclamar explicaciones sobre decisiones soberanas de la Republica Argentina es un acto impropio que se rechaza en forma enérgica» [4].
Sobre el trasfondo de este altercado diplomático, que cada día cobra mayor intensidad, casi sin darnos cuenta somos testigos de otro acontecimiento insólito y de incalculable significado para el pueblo judío.
Si bien los líderes judíos de la comunidad en Argentina adoptaron en principio una posición ambigua con mucha reticencia a apoyar el memorándum firmado por la cancillería argentina, tras la reunión aclaratoria con Timerman las dudas se diluyeron aceptando una posición totalmente opuesta a la del gobierno israelí. Guillermo Borger, presidente de AMIA, evaluó como positiva la reunión con el canciller argentino cuando declaró: «Entendemos que desde el gobierno se está proponiendo con toda voluntad destrabar esta complicada causa y hoy sería llegar a Irán con toda la justicia argentina desde el juez, el fiscal propiamente dicho, que irían a Teherán a hacer un relevamiento indagatorio» [5].
Julio Schlosser, presidente de DAIA, fue mucho más categórico. «La causa está parada porque faltan las declaraciones indagatorias. No sé si es un camino liso pero sí sé que hoy es el único camino. La posibilidad de llegar a las indagatorias es clave para avanzar en la investigación. Iniciaremos un camino más arduo» [6]. Schlosser fue mucho más lejos, incluso hasta Teherán: «La DAIA, en principio, no tiene intenciones de participar del viaje, pero si se considera necesaria nuestra presencia, iremos» [7].
Acostumbrados a un accionar de la dirección comunitaria judía de Argentina guiada generalmente por una conducta y verticalismo típicamente prusianos bajo el patronazgo de Jerusalén, la actitud de líderes judíos de ese país sudamericano en estas circunstancias muy bien puede ser definida como rebelión. Repentinamente ya no se defiende automática e incondicionalmente la posición de israelí como en el caso del ataque a la flotilla o en contra de la iniciativa palestina de la declaración de un Estado independiente, inclusivo en contraposición al gobierno local con quien tanto cuidan las relaciones.
El futuro determinará cuán acertado o erróneo fue el camino elegido, pero hoy ningún judío del mundo debe pasar por alto y valorar la valentía de estos dirigentes que prefirieron hacer prevalecer sus concepciones a presiones de afuera. Si bien es cierto que finalmente la responsabilidad les demandará hacer frente a todo resultado, en este momento estamos ante un ejemplo de participación, democracia y responsabilidad direccional que todos deben elogiar.
* Aclaración: Con posterioridad a la publicación del presente artículo, la directiva de AMIA se retractó, rechazó el acuerdo firmado entre Argentina e Irán, exigiendo ahora la redacción de uno nuevo.
[1] «Escepticismo de la DAIA por el encuentro de cancilleres de Argentina e Irán»; Itón Gadol; 27.9.12.
[2] «No creemos que Irán llegue a este diálogo con la conciencia limpia»; Clarín; 16.10.12.
[3] «El acuerdo con Irán es invitar al asesino a investigar sus crímenes»; Infobae; 29.1.13.
[4] «Comunicado de la cancillería argentina»; Itón Gadol; 29.1.12.
[5] «El presidente de AMIA aseguró que los iraníes serán indagados bajo normas de la justicia argentina»; Itón Gadol; 29.1.13.
[6] «Acuerdo con Irán; un camino arduo, pero único», Minuto uno en página web de DAIA; 30.1.13.
[7] «La DAIA anticipó que no viajará al interrogatorio en Irán, salvo que se lo soliciten»; Infobae en página web de DAIA; 30.1.13.