Uno de los escándalos éticos mayores de nuestro tiempo es que una buena parte de los seres humanos no tienen acceso a agua potable y a instalaciones sanitarias. No hay pretexto posible. Con las revoluciones tecnológicas es obligación asegurarlo a todos.
Israel casi no tiene agua. El kibutz israelí inventó el riego por aspersión, capturó cada gota, produjo masivamente desde el desierto, y su modelo de manejo del agua fue replicado en todo el mundo. Hoy el país está desalinizando a costos cada vez menores el agua del mar. Ha desarrollado tabletas que purifican el agua contaminada.
Los hechos hablan por sí solos:
1. La falta de agua e instalaciones sanitarias mata
Cada 15 segundos muere un niño por falta de agua. Perecen 1.8 millones al año por diarrea infantil causada en gran parte por ingerir agua contaminada, y no tener instalaciones sanitarias.
Hay 900 millones de personas que desesperadas por no tener agua potable toman agua contaminada. 2.400 millones de personas no tienen un inodoro, una instalación sanitaria.
La Organización Mundial de la Salud (OSM) ha mostrado que hay 25 enfermedades hídricas, causas por no tener agua potable. Entre ellas el dengue, la malaria, la hepatitis A, y el cólera.
2. Una desigualdad mayor
Una persona necesita un mínimo de 20 litros de agua potable por día. 1.100 millones tienen solo 5 litros. En EE.UU se consumen 400 litros per cápita por día, en Europa 200.
En Calcuta donde peleó por los demás la Madre Teresa, los pobres que son legión, se ven obligados a hacer sus necesidades en la calle.
3. Los niños las víctimas principales
Los niños de la multitud sin agua y sin inodoros pagan con su vida, y con enfermedades. También con quedar fuera de la escuela.
La ONU ha estimado que caminan seis horas diarias promedio por día, buscando agua. Pierden 443 millones de días escolares anuales que los dejan afuera o en los márgenes del sistema escolar.
4. Las privatizaciones
La ONU ha evaluado los resultados de que el neoliberalismo haya generalizado en los 90 en muchos países de América Latina, y el mundo, las privatizaciones en agua. Su conclusión es que desde Argentina a EE.UU, llevaron a mercantilizar un tema que es de interés público, y fracasaron agravándolo.
5. Hay soluciones
En el pequeño Israel, un país sin agua, todos tienen agua. En los también modestos, Uruguay y Costa Rica, el derecho está asegurado. En el área más pobre de Argentina, en el Gran Buenos Aires, se amplió en gran escala la provisión de agua potable, y cloacas en los últimos 8 años. Políticas públicas agresivas, han logrado progresos en todo el Unasur, si bien falta mucho.
La sociedad debe considerar al agua prioridad. No puede ser una mercancía, es un derecho fundamental como lo establece el mismo texto bíblico.
En esta área como en otras vitales es necesario, como lo señaló el Papa Francisco, enfrentar «los intereses económicos miopes y las lógicas de exclusión». El escándalo ético de la falta de agua y la indiferencia frente a él, no pueden continuar.