Los notables signos de debilitamiento del Kremlin, que ya se hicieron evidentes hacia fines de la década de los '70, la estrepitosa y repentina caída del Muro de Berlín junto al consecuente desmoronamiento de la mítica Unión Soviética a finales de la década de los '80, se constituyeron retrospectivamente en los hitos que marcaron el comienzo de una nueva y prolongada era, la época de las vacas gordas para Israel y el pueblo judío.
Esta jarana política y estratégica duró aproximadamente 35 años hasta que en estos días, repentinamente, la aparición de una larga lista de indicios nos lleva a suponer, con suficiente grado de certeza, que está llegando a su fin.
El caos interno junto al desplome de las relaciones entre sus distintos componentes nacionales obligaron a dirigentes soviéticos a abandonar viejas aspiraciones de influencia estratégica en Oriente Medio convirtiéndose sólo en actores de reparto en una puesta en escena donde la batuta quedó en manos norteamericanas y el guion básicamente lo dictaba la diplomacia israelí.
Fueron 35 años de gloria para los distintos gobiernos de Israel y las comunidades judías del mundo. EE.UU convertido en la primera, única e indiscutible potencia mundial, con una política exterior condicionada por intereses israelíes a través del poderoso AIPAC, elevó a grados superiores el poder hegemónico y la supremacía militar de Israel en la región y también fuera de ella.
Aparentemente, esta idílica imagen va en camino de un repentino descalabre si tomamos en cuenta una serie de acontecimientos y evaluaciones de las últimas semanas. No en vano un conocido medio de información de la colectividad judía llegó a describir a un Netanyahu desconcertado en su presente gira por EE.UU. [1]
1. El puntapié inicial lo dio el presidente ruso. Como broche de oro de un estridente proceso de reinserción en la cúpula de potencias mundiales, Putin puso una zancadilla táctica que paralizó los planes de Obama y Netanyahu de un ataque limitado, aunque muy efectivo, contra el presidente sirio Assad por el uso de armas químicas. La maquinación rusa dejó claro ante todo el mundo que no está dispuesta a abandonar o ceder intereses en zonas o mercados de su importancia estratégica y que a partir de ahora el casting del elenco de primeras estrellas para manejar conflictos no puede dejar de lado a Rusia.
2. En el mismo sentido, y durante los mismos días, Israel recibió una insólita y severa advertencia. El agregado militar israelí en Moscú fue llamado a la cancillería rusa donde se le presentó una queja formal por la detección del disparo de un misil de largo alcance en el Mediterráneo en el marco de ejercicios del Ejército de Israel [2]. El mensaje fue claro: Oriente Medio es región de importancia estratégica rusa, por lo tanto, en el futuro todo ejercicio militar de trascendencia demanda su coordinación, no sólo con EE.UU, sino también con Rusia.
3. La base fundamental de la influencia israelí en los pasillos del Congreso y Gobierno norteamericanos quedó seriamente dañada como consecuencia de una conocida prepotencia que no acepta límites. La escandalosa actuación de AIPAC en el Congreso de Washington durante la crisis de Siria puso a este afamado organismo, y por ende a Israel, en una situación ridícula y en clara confrontación con el pueblo norteamericano. Los vergonzosos intentos de sobreponer intereses israelíes por encima de los norteamericanos fue motivo de duras criticas inclusive dentro de Israel y trajo a discusión la temática de la doble lealtad de los judíos y hasta se presentaron proyectos de limitar sus actividades [3].
4. La última decisión del presidente Obama de entrar en negociaciones directas con Irán para resolver el conflicto alrededor del desarrollo del potencial nuclear no hace más que reforzar aquellas evaluaciones de distinguidos expertos estratégicos para quienes el mundo se debe acostumbrar a la idea de un Irán con poder atómico. La experiencia del pasado demuestra que las potencias no lograron detener aspiraciones de capacidad atómica de aquellos países que se propusieron seriamente concretarlas, inclusive tras la cortina de humo de fábricas textiles, según fuentes extranjeras. Un intento de detener el proyecto iraní por medios militares difícilmente reciba la aprobación del pueblo y Congreso norteamericano, mientras que la misma salida de parte del Gobierno israelí se convirtió prácticamente en irrelevante desde que la cabecera de las tres instituciones de seguridad más importantes de Israel - Ejército, Mossad y Shabak - impidieron aproximadamente dos años atrás la puesta en práctica de lo que ellos denominaron una aventura mesiánica de parte de Netanyahu y Ehud Barak [4].
5. La profunda crisis del tesoro norteamericano obligará, con seguridad, a su pueblo y sus representantes, a tomar medidas con serias restricciones presupuestarias a la hasta ahora ilimitada ayuda financiera y militar a Israel. El publicitado proyecto israelí de defensa antimisiles «Hetz 3» ya sintió estos efectos [5].
6. El discurso israelí de la hipocresía iraní y la Shoá atómica israelí bajo la amenaza de los ayatolás ya no convence. Pese a las reiteradas intimidaciones, un ataque atómico iraní a Israel es muy improbable, básicamente por las condiciones geográficas y demográficas de la región, y sobre todo, por el poder de disuasión que significa la reconocida capacidad de respuesta nuclear total de Israel en base a su arsenal de ojivas nucleares y una flota de nuevos y sofisticados submarinos, según fuentes extranjeras.
Sintetizando, se puede afirmar que Israel está muy lejos de un peligro existencial inmediato, aunque en su futuro próximo, aparentemente, se verá enfrentado a una nueva y mucho más complicada situación estratégica. Es de suponer que estará en presencia de una drástica reducción de los grados de libertad que le permitieron el retiro circunstancial del oso ruso junto al servilismo y apoyo incondicional norteamericano durante las últimas décadas.
[1] «Netanyahu visita a Obama desconcertado por acercamiento a Irán»; Aurora; 29.9.13.
[2] «El agregado militar israelí en Moscú recibió una queja por un ejercicio con misil»; Haaretz; 9.9.13.
[3] «Curso de introducción a la doble lealtad»; Akiva Eldar; Al Monitor; 18.9.13 y «Paren la locura de AIPAC»; Lev Solodky; Organización MIDA; 12.9.13.
[4] «Yuval Diskin: No confío en los mesiánicos de Cesárea y Akirov»; Haaretz; 28.4.12.
[5] «Serio corte presupuestario en el proyecto Hetz 3»; Mariv; 30.9.13