La lucha del Ayatollah Khamenei y sus partidarios contra Ahmadinejad no es precisamente de guantes blancos. Algunas personas cercanas al presidente fueron arrestadas recientemente por ser "brujos" e invocar a "espíritus". Y todo indica que la confrontación aún no ha terminado.
En su boletín de noticias, "Al Jazira" informó que tres ministros iraníes fueron destituidos en el marco de una reestructura gubernamental que va a reducir el gabinete de 21 a 17 integrantes.
El anuncio realizado por el presidente Ahmadinejad acerca de la eliminación de los ministerios de petróleo, bienestar social e industria y minería, está sujeto a la aprobación parlamentaria, lo que podría presentar problemas ya que el presidente del Parlamento, Ari Larijani, ha tenido una actitud crítica hacia la política doméstica del presidente.
La mayoría de los conservadores coincide en ver en esta medida un nuevo episodio de la confrontación de poderes de Ahmadinejad con el líder espiritual de la Revolución, Ali Khamenei. La disputa entre ambos líderes comenzó públicamente hace poco más de un mes pero tuvo su culminación con el intento de despido del ministro de Inteligencia, Haidar Meselhi. El líder supremo presentó un ultimátum al presidente: revocar su decisión y anular la medida o renunciar. Ahmadinejad no tuvo otro remedio que dar marcha atrás.
Según el columnista del influyente "Al-Ahram Weekly" de "El Cairo", Amani Maged, la crisis entre ambos líderes estalló cuando Ahmadinejad designó a su cuñado, Asfandiar Rahim Mashaie, como vice-presidente de Irán, una designación que fue criticada incluso por partidarios del Presidente. Finalmente, Mashaie se vio obligado a renunciar a los tres días de su nombramiento. Uno de los motivos que llevaron a su descalificación fue su declaración que "Irán es amigo del pueblo de Israel" y que organizó una fiesta en su casa en la que se cometió el sacrilegio de tocar música.
Uno de los sitios de la oposición reformista en Internet, "Tehran Bureau", presentó el 8 de mayo pasado un detallado informe acerca de lo que la prensa y los líderes ultra-conservadores decían de Ahmadinejad a quien casi calificaban de enemigo público. Su autor, Muhammad Sahimi, cita entre otros al general Mohammad Ali Safari, jefe de los Guardias de la Revolución. "Permanecer en el camino de la Revolución significa obedecer al líder Supremo. Todo aquel que se oponga a Velaayat -e Faghi (el gobierno del guía ilustrado) viola la Constitución; al líder de las plegarias en Teherán, el imam Kazem Sadighi, afirmó que "una guerra no puede tener dos comandantes", y el famoso clérigo archi-conservador, Mohammad Taghi Mesbah, quien durante mucho tiempo fue considerado un inspirador ideológico de Ahmadinejad, sostuvo que oponerse al líder supremo en Irán equivale al "crimen de apostasía contra Dios". El reporte de "Tehran Bureau" informa también de choques a golpes de puño en una estación de metro entre partidarios del presidente y del líder supremo.
¿Qué hay detrás de esta disputa entre los líderes islamistas de Irán? Según Saced Kamali Dehgan, en el diario británico "The Guardian" (5.5.11), la causa principal está en la oposición de los partidarios de Khamenei a la creciente influencia del cuñado de Ahmadinejad, Mashaei, contrario al "establishment" teocrático, a quien el presidente trata de cultivar como su posible sucesor.
Pero la confrontación también tiene sus connotaciones ideológicas: recientemente se presentó una película documental en la que se plantea el inminente retorno del Imam escondido, desaparecido en el siglo X, el salvador del Islam chiíta, cuya reaparición es anticipada por los creyentes de manera comparable a la de los cristianos fundamentalistas que creen en una segunda venida de Jesucristo al mundo.
Los clérigos conservadores que rechazan la agitación en torno al Imam escondido, acusan al presidente y a su cuñado de ser los responsables por la producción de la película. Según el corresponsal del "The Guardian", unas 25 personas cercanas a Mashaei, quien todavía desempeña el influyente cargo de secretario de la presidencia, han sido arrestadas, entre ellas Abbás Amirifar, jefe del comité cultural del gobierno así como periodistas del nuevo diario "Haft-e-Sobh".
Para Amani Maged, de "Al Ahram Weekly", hay otra discrepancia ideológica importante entre ambos bandos: Ahmadinejad y Mashaei representan el creciente nacionalismo iraní, que busca exaltar la antigua gloria y poder del Irán pre-islámico lo que va contra la política del clero cuyo poder está ligado a la exaltación del islam y a las etapas islámicas de la historia del país.
La lucha de Khamenei y sus partidarios contra Ahmadinejad no es precisamente de guantes blancos. Algunas personas cercanas al presidente y a su cuñado, fueron arrestadas recientemente por ser "brujos" e invocar a "espíritus". Y todo indica que la confrontación aún no ha terminado.
En un análisis detenido del conflicto, uno de los columnistas del diario árabe de Londres, "Asharq Alawsat" (13.5.11), Adel Al Teraifi, formula tres observaciones:
1) Recuerda que no es la primera vez que hay una confrontación entre un presidente y el guía supremo. Cita los casos de Banisadr (contra Khomeini) y de Khatami (contra Kamenei), ambos defenestrados.
2) El poder del guía supremo depende de los sectores más ranciamente conservadores y él no vacilará en sacrificar a Ahmadinejad si la situación de éste se hace insostenible.
3) No cabe la menor duda de que Khamenei es un habilísimo discípulo de Nicolás Maquiavelo.