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Esto recién empieza

Los futuros historiadores habrán de asombrarse durante mucho tiempo al considerar cómo la auto-inmolación de un vendedor ambulante de Túnez, en protesta por la confiscación de su puesto de frutas, logró desencadenar una serie de levantamientos populares en el mundo árabe-musulmán.

Conocemos las causas mayores: las tiranías, el aumento de precios de los alimentos, el desempleo juvenil y los medios de comunicación de las redes sociales. Pero desde que estoy en Egipto, me he dedicado a compilar mi propia lista de conjeturas "al dorso" de lo que yo llamaría "fuerzas no tan obvias" que alimentaron esta revuelta de masas.

Aquí está:

El factor Obama

Los estadounidenses nunca han logrado apreciar cabalmente cuán radical fue - a los ojos del resto del mundo - elegir como presidente a un afro-americano cuyo segundo nombre es Hussein. Estoy convencido de que había más que unos pocos jóvenes árabes escuchando el discurso de Obama - no las palabras, sino al hombre - de 2009, en El Cairo, y diciéndose a si mismos: "Bueno, veamos. Él es joven. Yo soy joven. Él es de piel oscura. Yo soy de piel oscura. Su segundo nombre es Hussein. Mi nombre es Hussein. Su abuelo es musulmán. Mi abuelo es musulmán. Él es el presidente de Estados Unidos. Y yo soy un joven árabe desempleado sin voz ni voto en mi futuro". Yo pondría eso en mi mezcla de fuerzas que abastecen estas revueltas.

Google Earth

Mientras Facebook tuvo incidencia directa en Egipto, Túnez y Bahréin, no nos olvidemos de Google Earth, que empezó a agitar la política bahrainí en 2006. Un gran problema en Bahréin, en particular entre los hombres chiítas que quieren casarse y construir sus casas, lo constituye la desigual distribución de la tierra. El 27 de noviembre de 2006, en vísperas de las elecciones parlamentarias en Bahréin, The Washington Post publicó este informe desde allí: "Mahmud, quien vive en una casa con sus padres, cuatro hermanos y sus hijos, declaró sentirse aún más frustrado cuando buscó Bahréin en Google Earth y vio grandes extensiones de tierra vacía, mientras que decenas de miles de chiítas, principalmente pobres, eran apiñados en áreas reducidas y densas. "Somos 17 personas hacinadas en una pequeña casa, al igual que sucede con muchos otros en el distrito del sur", dijo. "Y puede verse en Google cuántos palacios hay y cómo los califas sunitas tienen el resto del país para ellos". Los activistas de Bahréin han animado a la gente a echar un vistazo al país en Google Earth, y han creado un grupo de usuarios especial cuyos miembros tienen acceso a más de 40 imágenes de los palacios reales".

Israel

La cadena de televisión árabe Al Jazeera tiene actualmente un gran equipo que se ocupa de Israel. Éstas son algunas de las historias que han estado transmitiendo en el mundo árabe: El anterior primer ministro israelí, Ehud Olmert, tuvo que renunciar luego de ser acusado de aceptar ilegalmente sobres repletos de dinero de un patrocinador judío-americano. Recientemente, un tribunal israelí condenó al ex presidente de Israel, Moshé Katsav, por dos cargos de violación sobre una base de acusaciones de ex empleadas suyas. Hace apenas unas semanas atrás, Israel, a último momento, decidió anular el nombramiento del General Yoav Galant como nuevo Jefe del Estado Mayor de Tzáhal, luego de que ecologistas israelíes impulsaran una investigación gubernamental que probó finalmente que Galant se había apoderado de tierras públicas cerca de su casa. ¡Se puede ver tranquilamente su mansión en Google Maps! Esto seguramente provocó algunas carcajadas en Egipto, donde la venta de tierras a peces gordos y compinches del régimen, que produce enormes beneficios de la noche a la mañana, ha sido la comidilla de El Cairo el año pasado. Cuando se vive al lado de un país que lleva a juicio a sus principales líderes por cargos de corrupción, mientras en el propio sus dirigentes centrales son corruptos, uno se percata de inmediato.

Los juegos olímpicos de Pekín

China y Egipto fueron grandes civilizaciones sometidas al imperialismo. Ambas eran muy pobres en la década de 1950; China aún más que Egipto, según escribió Edward Goldberg, profesor de estrategia empresarial, en The Globalist. Pero hoy, China ha logrado construir la segunda economía más grande del mundo, mientras que Egipto todavía vive de la ayuda extranjera. ¿Qué creen que los jóvenes egipcios habrán pensado al ver la deslumbrante ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008? "Las Olimpiadas de China fueron otro llamado de atención - de una manera en que Estados Unidos u Occidente nunca podrían haberlo sido - que advertía a los jóvenes egipcios que algo muy malo estaba sucediendo con su país", sostuvo Goldberg.

El factor Fayyad

El primer ministro palestino, Salam Fayyad, introdujo una nueva forma de gobierno en el mundo árabe durante los últimos tres años; algo que yo he denominado "Fayyadismo". Él enunciaba: júzguenme por mi rendimiento, por cómo dispongo los servicios públicos, recojo la basura y creo puestos de trabajo; no sólo por cómo "resisto" a Occidente o a Israel. Todos los árabes tienen relación con esto. China tuvo que renunciar a la libertad, pero obtuvo a cambio un crecimiento económico y un gobierno decente. Los árabes tuvieron que renunciar a la libertad para conseguir a cambio el conflicto árabe-israelí y desempleo.

¿Qué resulta de la suma de todo esto? Pues se tiene una poderosísima convergencia de fuerzas que conducen un amplio movimiento de transformación. Resulta que estamos apenas en el comienzo de algo realmente grande. Y que si no implementamos una política energética más seria, la diferencia entre un buen y un mal día para Occidente, de ahora en más, habrá de depender de la manera en que un rey de 86 años de Arabia Saudita gestione todo este cambio.

Fuente: The New York Times - 7.3.11
Traducción: www.argentina.co.il