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Faraón sin momia

Lo que ha emergido desde lo más profundo en Egipto es, por ahora, el primer movimiento pan-árabe que no se centra en la expulsión de alguien en particular, ni en su exclusión, sino en valores universales con el objetivo de superar el retraso producido por todas las ideologías y líderes anteriores.

Puedo decirles algo acerca de Egipto: el país del Nilo no es Las Vegas. Lo que allí sucede no se queda en el lugar.

Durante los últimos 30 años, eso no ha significado más que malas noticias. Egipto se encontraba en un estado de decadencia y cambio, pero sin dirección, y como resultado de ello, también todo el mundo árabe en general.

Ahora ha sido despertado por su juventud de un modo singular - no para luchar contra Israel, o EE.UU, sino en una búsqueda de autonomía personal, dignidad y libertad.

En esa parte del mundo, la gente ha desarrollado antenas muy sensibles para captar la legitimidad y la autenticidad, luego de haber sido alimentada con tantas mentiras por parte de sus líderes.

Debido a que la revolución de Egipto es el producto de una cosecha tan propia, donde los jóvenes que la han llevado a cabo padecieron más bajas en la liberación del país que las que ha sufrido todo el ejército egipcio defendiéndolo, desde la guerra de 1973, ahora, este movimiento se ha ganado una formidable reputación entre los árabes; y es por eso que, si tiene éxito (lo cual es bastante improbable), otros jóvenes árabes y musulmanes querrán imitarlos.

En efecto, si es capaz de llevar a Egipto a la democracia, este movimiento, junto con los medios de comunicación de las redes sociales, resultará más subversivo a los regímenes autocráticos que el nasserismo, el islamismo o el baazismo combinados.

Lo que ha emergido desde lo más profundo en Egipto es, por ahora, el primer movimiento pan-árabe que no se centra en la expulsión de alguien en particular, ni en su exclusión, sino en valores universales con el objetivo de superar el retraso producido por todas las ideologías y líderes anteriores.

Puedo entender la causa de la preocupación israelí; una relación estable con Hosni Mubarak ha dado paso a una relación totalmente incierta con el pueblo de Egipto. Pero la estabilidad bajo Mubarak sólo era posible a costa de toda esa gente, y finalmente, se hartaron.

En los próximos días sobrarán motivos desagradables para sentir aversión mientras los egipcios estén aún ocupados en desahogarse con libertad. Todavía hay mucho miedo acumulado, mucha ira en ebullición. Pero, por lo menos, también están emergiendo otras voces auténticas, cantando una canción diferente y más esperanzadora.

Todos los israelíes y sauditas deberían ver este video realizado por los jóvenes de Tahrir - http://www.memritv.org/clip/en/2804.htm - acerca de su empresa para recuperar a su país "De entre los muertos".

Precisamente porque eran ilegítimos, los tiranos árabes fueron quienes alimentaron en su gente el odio hacia Israel, casi por diversión. Si Israel es capaz de definir un acuerdo con los palestinos, se dará cuenta de que un mundo árabe más democrático es un socio más estable. No en razón para que todos vayan repentinamente a amar a Israel (no lo harán). Sino, debido a que aquellas voces que continúen aun incitando el conflicto habrán de encontrar una legítima competencia, y los líderes democráticamente elegidos estarán obligados a mostrarse mucho más sensibles a las prioridades de sus pueblos, que exigen más escuelas y no guerras.

Por esa razón, lo más valioso que EE.UU podría hacer ahora es ayudar a que el movimiento democrático en Egipto se consolide. Y la mejor forma de hacerlo es hablando su lenguaje. Anunciando, por ejemplo, que tiene la intención de desviar $ 100 millones de los $ 1.3 mil millones en concepto de ayuda militar a Egipto, para construir 10 institutos de ciencia y tecnología de primera línea - desde Asuán hasta Alejandría - en homenaje a todos los egipcios que han generado esta transformación.

"Nada podría tener un impacto más grande aquí", declaró Ahmed Zewail, el egipcio-estadounidense ganador del Premio Nobel en química. Nada provocaría mayor repercusión sobre la juventud en todo Oriente Medio.

Después de todo, hoy en día, el ejército egipcio no tiene depredadores externos de qué preocuparse. En la actualidad, los únicos enemigos de Egipto son la pobreza y el analfabetismo. El 40% de los egipcios vive con 2 dólares al día y un 30% son analfabetos.

En mi camino de regreso de la plaza Tahrir, me topé con cinco jóvenes egipcios que trataban de borrar uno de los tantos grafitis con la leyenda "¡Mubarak, vete ahora!" de un muro de piedra. No es común encontrarse con estudiantes borrando graffitis, así que les pregunté por qué lo hacían. "Porque ya no es más nuestro presidente", dijo un joven con guantes de goma y disolvente. Él simplemente ya no quería volver a ver su nombre, ni siquiera como objeto de insulto.

Mientras proseguía el camino hacia mi hotel, me di cuenta del porqué. Cuando miré hacia el malecón del Nilo - estaba en el centro de El Cairo - todo lo que vi fue basura esparciéndose a la deriva, una acera desmoronándose y malas hierbas brotando por todas partes. Pensé: Si esto fuera Sídney, Singapur o Estambul, el gobierno ya habría construido un hermoso paseo a lo largo de las orillas del Nilo, donde los egipcios y los visitantes podrían pasear con la familia en los atardeceres. Pero aquí no.

Y ese fue, en mi opinión, el mayor crimen de Mubarak en contra de su pueblo. Él no tenía visión, ni altas aspiraciones; ninguna voluntad por alcanzar un gran nivel educativo. Él sólo poseía un sentido frenéticamente exagerado de la grandeza de Egipto,cuyo único fundamento era el pasado.

Por eso es que siento pena por aquellos egipcios que ahora claman a viva voz que se devuelva el dinero que, según ellos, los Mubarak han robado. Si eso es cierto, indudablemente constituye un crimen, pero Mubarak es culpable de un robo mucho mayor y más profundo aún: toda la riqueza que Egipto no ha sabido generar en estos últimos 30 años debido a la pobreza de su visión y a la incompetencia de sus compinches.

"Es un faraón sin momia", me dijo el dramaturgo egipcio Ali Salem acerca de Mubarak. Apenas si ha dejado alguna huella. "Cada ciudadano egipcio lleva en su interior 100 historias cortas de dolor y largas novelas de agravio. Tan malas son las escuelas que todo el mundo tiene que pagar clases particulares a sus hijos. ¿Puedés creerlo? ¿Dejarías de comer para pagar clases particulares? Por lo menos, estos jóvenes rebeldes no conocen las reglas, y es por eso que no tienen miedo a nada. Ellos pueden hacer lo que nuestra generación no se atrevía a pensar".

Fuente: The New York Times - 19.2.11
Traducción: www.argentina.co.il