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La tercera guerra del Líbano

Obama y Netanyahu se reunirán en la Casa Blanca. Obama hablará sobre Palestina, Netanyahu sobre Irán. Sin embargo, ambos deberían conversar acerca de la tercera guerra del Líbano; una guerra que podría estallar durante sus mandatos; una guerra que deben evitar.

¿Cómo se verá la tercera guerra en el Líbano? Más o menos así: Durante tres o cuatro días caerán sobre Israel dos o tres mil cohetes, la mayoría de corto alcance, que dañaran un perímetro que va desde Haifa hacia el norte. Algunos serán de alcance medio y caerán en la zona que va desde Herzlía a Haifa. La menor parte serán de larga distancia y explotarán en Tel Aviv, el centro del país y el norte del Neguev.

Desde 160 aldeas chiítas en el sur del Líbano, convertidas en bases para raquetas, la retaguardia civil y la retaguardia militar de Israel serán atacadas como nunca antes.

La respuesta israelí será aplastante. La fuerza aérea destruirá también los campamentos de Hezbolá instalados cerca de hospitales y escuelas. La infantería demolerá las bases de Hezbolá con una incursión terrestre que traerá aparejada muchas pérdidas humanas.

Luego de un tiempo silenciarán los cañones. En el Líbano se enterrarán miles de víctimas, entre ellas muchos civiles.

En Israel serán sepultados cientos de soldados, mujeres y niños. La tercera guerra del Líbano será más agresiva que la segunda, cuyas incidencias fueron similares a las de la Guerra de Yom Kipur.

En las últimas semanas se propagó en Israel una ola de rumores: ¿Habrá guerra en el verano? Las habladurías fueron exageradas y apresuradas. Actualmente la frontera norte se encuentra en silencio. Siria y Hezbolá vacilan. Assad y Nasrallah entienden lo que les espera si atacan; por lo tanto no están interesados en una escalada inmediata.

Justamente porque resulta claro para todos que la próxima guerra será desastrosa, nadie está tentado de iniciarla. Nadie se arriesga a una acción violenta y limitada, que pueda traer aparejada una contienda general sin precedentes.

Un equilibrio de miedo real estabiliza el silencio. Entretanto, se puede seguir viendo el Mundial. Podemos continuar jugando en la playa con las paletas.

La tercera guerra del Líbano no estallará mañana; pero podría ser que pasado mañana sí.

Dos sucesos podrían encender la mecha de la guerra de pasado mañana. Uno sería el ataque israelí a Irán. No cabe duda que si Israel golpea a Ahmadinejad, éste asediaría a Israel por medio de las fuerzas frontales que expandió en el sur del Líbano.

El segundo es el proyecto nuclear de Irán. Un tiempo después que Teherán consiga una capacidad de armamento no convencional, se sentirá libre de iniciar una guerra para que Israel se desangre y debilite. El resultado serán ataques de misiles en el Norte.

El presidente Obama y el primer ministro Binyamín Netanyahu se reunirán en la Casa Blanca. Obama hablará sobre Palestina, Netanyahu sobre Irán. Sin embargo, ambos líderes deberían conversar acerca de la tercera guerra del Líbano; una guerra que podría estallar durante sus mandatos; una guerra que deben evitar.

Para impedirla, Obama deberá hacer dos cosas: dejar de arrinconar a Israel y demostrar liderazgo en la región. Hasta ahora hace todo lo contrario. Se ocupa muy superficialmente del desafío irání y transmite a todo el Oriente Medio una imagen de falta de firmeza. Sin que se lo proponga, el presidente de la paz puede allanar el camino hacia la próxima guerra.

Para evitar la tercera guerra del Líbano, Netanyahu también debe hacer dos cosas: Sacar a Israel del rincón donde se encuentra atascado y demostrar un liderazgo emprendedor. Hasta el momento, hace todo lo contrario.

Así como antes de la Segunda Guerra en el Líbano las unidades de provisiones militares israelíes estaban vacías, hoy las reservas políticas de Israel carecen de contenidos e iniciativas.

Si Israel se ve obligado a utilizar la fuerza para defenderse, no habrá quien le preste atención, lo entienda y le tienda una mano. Justamente bajo el mando de un primer ministro que confía en la potencialidad política, Israel llegó al aislamiento total y a una debilidad diplomática peligrosa que nos acerca a un próximo conflicto bélico.

Obama y Netanyahu deben despertar. Las tratativas son conocidas: Una determinante acción americana frente a Irán a cambio de una firme iniciativa israelí frente a Siria y Palestina.

Si no modifican su accionar y no aprenden a trabajar juntos, cargarán con la responsabilidad personal sobre las consecuencias de una tercera guerra en el Líbano.

Fuente: Haaretz - 4.7.10
Traducción: Lea Dassa para Argentina.co.il