La Autoridad Palestina (AP) sigue exigiendo la liberación de palestinos de cárceles israelíes, mientras que lleva mucho tiempo ignorando el hecho de que miles de sus ciudadanos languidecen en prisiones de varios países árabes.
Las familias de quienes están presos en Israel al menos saben dónde están sus hijos, y la mayoría de ellos los visitan regularmente. Pero en el mundo árabe la historia es completamente diferente.
El diario «Al Quds al Arabi» reveló recientemente que decenas de palestinos llevan desde 1991 en cárceles kuwatíes. Las familias de dichos presos desconocen completamente la situación en la que se encuentran. Que haya palestinos presos en prisiones árabes no es ninguna sorpresa.
Lo que es incomprensible es la postura de la Autoridad Palestina. Según el reportaje, la AP nunca se ha dirigido a las autoridades kuwatíes para preguntar por la situación de los prisioneros.
Mohamed al Udwan, padre de uno de los palestinos que llevan presos 25 años en Kuwait, dice que aún no sabe dónde exactamente está retenido su hijo, Esam. Él y otras familias se quejan de que la AP no haya hecho nada por ayudarles.
El embajador de la Autoridad Palestina en Kuwait, Rami Tahbub, declinó hacer comentario alguno sobre la difícil situación de quienes se hallan presos allí. Cuando se le telefoneó, el diplomático dijo primero que estaba reunido; después dejó de atender el teléfono.
Hassan Jraisheh, vicepresidente del Consejo Legislativo Palestino en Ramallah, exigió al emir de Kuwait que pusiera fin a la «tragedia» de las familias palestinas cuyos hijos están presos en sus cárceles sin juicio previo. Jraisheh instó al emir a informar a los familiares si sus hijos aún estaban vivos. «Si están muertos, queremos que se confirme y que se informe dónde están enterrados».
Kuwait expulsó a cientos de miles de palestinos después de que las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos liberaran al diminuto Estado petrolero en 1991. Dicha medida fue adoptada como represalia al apoyo de la OLP a la invasión de Kuwait por Saddam Hussein un año antes. Tras la liberación, los kuwaitíes detuvieron también a muchos palestinos sospechosos de colaborar con el Ejército de ocupación iraquí.
Hace poco, los kuwatíes permitieron por fin a la AP que reabriera su embajada en el emirato. Ello se produjo después de que el presidente, Mahmud Abbás, pidiera perdón por el apoyo de la OLP a la invasión de Kuwait por Saddam Hussein.
Pero, por lo visto, los dirigentes de la AP están demasiado asustados como para preguntar a las autoridades kuwatíes por los palestinos que han desaparecido en el emirato durante las dos últimas décadas. Abbás no quiere disgustar a los kuwatíes; por lo visto, espera que reanuden su ayuda económica a los palestinos.
Hace dos semanas, Abbás alardeó de haber actuado como mediador para lograr la liberación de nueve libaneses secuestrados en Siria hace 17 meses. Este anunció enfureció a las familias de presos palestinos en Kuwait y en otros países árabes; éstas afirmaron que la principal prioridad del presidente debería haber sido lograr la liberación de palestinos de las cárceles sirias, no de libaneses.
Cientos de palestinos se encuentran en diversas cárceles sirias, algunos de ellos desde hace más de dos décadas. El año pasado, al menos dos prisioneros habrían muerto en prisiones sirias y egipcias. De nuevo, la AP ni siquiera ha exigido que se investiguen esas muertes o el prolongado encarcelamiento de palestinos en el mundo árabe.
Un destacado escritor palestino que pasó tres semanas en una cárcel siria describió las prisiones del país como «mataderos humanos». Salameh Kaileh fue detenido en abril del año pasado por ser sospechoso de imprimir folletos en los que se instaba a derrocar a Bashar al-Assad. «Fue un infierno en la Tierra», declaró Kaileh. «Sentí que iba a morir por las brutales, salvajes y continuas palizas de los interrogadores, que me ataron a sogas que colgaban del techo».
Para la Autoridad Palestina, el sufrimiento de los palestinos en cárceles árabes no parece ser una cuestión importante. Por lo que respecta a sus dirigentes, los únicos héroes son quienes están presos en Israel.
Para la AP, los palestinos torturados y asesinados en prisiones árabes no merecen siquiera una declaración.
Fuente: Gatestone Institute