Este fin de semana, Irán se reunirá en Ginebra con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y con Alemania para tratar de llegar a un acuerdo según el cual Teherán suspendería porciones de su programa nuclear a cambio de un alivio limitado en las sanciones.
El Grupo 5+1 y sus aliados acusan a la República Islámica de tratar de desarrollar su capacidad para producir armas atómicas, aunque Irán insiste en que sus ambiciones nucleares se limitan a la generación pacífica de energía.
A continuación, un cuestionario acerca del acuerdo propuesto, basado en declaraciones de funcionarios de Gobiernos, diplomáticos y expertos en materia nuclear.
Todos los detalles son preliminares y están sujetos a modificaciones, según lo que suceda en Ginebra.
¿Cuál es el trasfondo?
Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y el Consejo de Seguridad de la ONU aplicaron sanciones contra Irán por su negativa a detener su enriquecimiento de uranio y otras actividades nucleares sensibles que podrían ser usadas en la fabricación de armamento.
Las exportaciones de petróleo iraní se derrumbaron en cerca de un 60% luego de que la UE disminuyó sus compras y de que la mayoría de sus clientes asiáticos recortaron drásticamente su importación por causa de las sanciones.
Ahora Irán recibe apenas unos 100 millones de dólares diarios por las ventas de petróleo, desde los 250 millones de dólares diarios de hace dos años.
Además de las pérdidas por los ingresos del petróleo, la inflación en Irán subió con fuerza en los últimos dos años y el valor de la moneda del país, el rial, se hundió.
En junio, Irán eligió como presidente a Hassan Rohani. El nuevo líder se presentó con un discurso más conciliador, afirmando que quería aliviar el aislamiento internacional de Irán y que se pusiera fin a las sanciones.
Rohani también busca mejorar las relaciones con Washington.
¿Qué son las negociaciones?
Desde el pasado septiembre, Reino Unido, China, Francia, Alemania, Rusia y Estados Unidos se reunieron tres veces con representantes iraníes. Ese mes, los ministros de Exteriores de las seis potencias e Irán anunciaron que se renovarían las negociaciones que buscaban terminar la disputa con Teherán. La jefa de la política exterior de la UE, Catherine Ashton, actuó como coordinadora de las tratativas.
No se llegó a un acuerdo en las dos rondas realizadas en Ginebra, una en octubre y una en noviembre. Sin embargo, los diplomáticos que participaron en ellas dijeron que estuvieron cerca de asegurar un acuerdo interino en la ronda que se llevó a cabo la semana pasada.
La meta del encuentro de este fin de semana en Ginebra es cerrar un trato interino que le dé tiempo a las potencias para discutir un acuerdo permanente con Irán, que pueda dar fin al punto muerto de una década sobre las ambiciones nucleares de Teherán, y que entregue garantías a las potencias de que su programa atómico no producirá bombas.
¿Qué se le exige a Irán?
El último reporte de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) sobre Irán decía que Teherán había frenado la expansión de su programa de enriquecimiento hasta prácticamente paralizarlo. Pero las potencias quieren que Irán vaya más allá.
En la fase inicial del acuerdo, que según las delegaciones de Estados Unidos y de la UE se desarrollaría por cerca de seis meses, a Irán se le exigó lo siguiente:
- Dejar de producir uranio enriquecido a una concentración fisil de un 20%, un paso técnico que está relativamente cerca de poder producir material con grado para armas.
- Convertir su inventario actual de unos 200 kilogramos de uranio enriquecido al 20% en alguna forma de óxido, que crearía un paso adicional para Irán si quisiera reconvertirlo en una forma utilizable en armas.
- El compromiso de producir menos de un 3,5% de uranio enriquecido, al usar menos centrífugas nucleares. Eso ayudaría a reducir el volumen general de uranio enriquecido que Irán está fabricando.
- Sacar parte del uranio del país.
- Aumentar más inspecciones de la AIEA.
- No permitir que el reactor de investigación Arak entre en operaciones. Francia e Israel demandaron que se detenga la construcción del reactor, que, si se pone en marcha, tendrá la capacidad de producir plutonio de grado para armas.
Washington también manifestó temores por Arak, que dice deben ser enfrentados. Diplomáticos occidentales señalan que entre las potencias hay consenso sobre qué es lo que se espera de Irán en el caso de Arak, aunque no quisieron decir exactamente cuáles son sus demandas respecto al reactor.
¿Cuánto frenaría tal acuerdo el programa de Irán?
El presidente norteamericano, Barack Obama, dijo que el acuerdo propuesto permitiría ganar algunos meses adicionales en lo que respecta a la capacidad de Irán de abandonar el régimen del Tratado de No Proliferación Nuclear y producir armas, si elige hacerlo.
Pero Olli Heinonen, experto en temas nucleares de la Universidad de Harvard y ex inspector jefe de la AIEA, cuestionó la sugerencia de Obama de que el plazo final para la capacidad de Teherán de producir una bomba nuclear sería retrasado en meses. Con el alto número de centrífugas que operan en Irán, su capacidad en materia de armas inevitablemente se mantendría.
Heinonen agregó que era más probable que las potencias ganaran semanas y no meses.
«Para tener efectividad, un acuerdo permanente tendría que reducir de modo significativo el número de centrífugas en operación en Irán», aseguró el experto.
¿Cuáles son algunos de los puntos principales?
Los diplomáticos dicen que los puntos principales son qué hacer con el reactor Arak - al que Irán no quiere renunciar - y la insistencia de Teherán de que las potencias reconozcan explícitamente su derecho a enriquecer uranio. Estados Unidos dice que aunque los países podrían tener el derecho a la energía nuclear para usos civiles, ningún Estado tiene un derecho inherente de tener capacidades de enriquecimiento.
Irán afirmó que no abandonará sus actividades de enriquecimiento, aunque sugirió que estaría dispuesto a limitarlo. También dijo que no sacará su uranio fuera del país.
¿Qué se le ofrece a Irán como incentivo?
Al público se le presentó mucha información contradictoria acerca de la oferta que se le está haciendo a Irán. Según la información de diplomáticos y funcionarios gubernamentales, los puntos principales son los siguientes:
- La entrega gradual en cuotas de los fondos iraníes que están congelados en cuentas bancarias en el exterior. El monto máximo disponible para entrega es de unos 50.000 millones de dólares, según funcionarios occidentales. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, afirmó en una entrevista televisiva que él propuso una «pequeña porción» de los fondos congelados de Irán como un posible pago inicial.
- Relajar temporalmente las restricciones sobre el comercio de metales preciosos y que Washington suspenda la presión en los países para que no compren petróleo iraní.
Recientemente se conocieron más detalles posibles. A Irán se le ofrecería la posibilidad de vender unos 3.500 millones de dólares en petróleo en un plazo de seis meses; unos 2.000 a 3.000 millones de dólares en petroquímicos; y 1.000 millones de dólares a 2.000 millones de dólares en oro.
A los precios actuales, eso le permitiría a Teherán vender unos 200.000 barriles de petróleo al día, un incremento de un 20% en exportaciones. Además, se le permitiría importar unos 7.500 millones de dólares en alimentos y medicinas, y también 5.000 millones de dólares en otros productos que actualmente están vetados.
El ministro de Asuntos Estratégicos y de Inteligencia israelí, Yuval Steinitz explicó que el paquete de alivio ofrecido podría reducir el costo anual de las sanciones a Irán en algún punto entre los 20.000 y los 40.000 millones de dólares - de un costo anual total de 100.000 millones de dólares.
El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, está presionando contra cualquier acuerdo en las negociaciones en Ginebra que no despoje a Irán de sus capacidades de enriquecimiento de uranio e instó a no abandonar las sanciones económicas.
Consultada sobre la estimación de 20.000 a 40.000 millones de dólares, la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Jen Psaki, declaró a medios que «esa cifra es inexacta, exagerada, y no tiene base en la realidad».
Según Psaki, la estimación de Steinitz es «groseramente inflada», aunque no quiso entrar en detalles, diciendo que las potencias acordaron intentar no filtrar información a los medios.
Un reporte de la prensa estadounidense citó a un ex funcionario del Gobierno de Obama que dijo que en la primera fase del acuerdo Irán recibiría menos de 10.000 millones de dólares en alivio de sanciones.