Los analistas internacionales expresan distintos grados de preocupación ante la fulminante ofensiva en Irak de la organización terrorista ISIS - siglas en inglés de Estado Islámico en Irak y en Sham (expresión árabe para el Levante) -, pero aún los más cautos y los que creen que finalmente será derrotada, no son demasiado optimistas.
La emociones hablan. De pronto, todo vibra y se expande por dentro y por fuera. El viaje que iniciamos con tanta expectativa para acompañar en oración la enorme personalidad en la que hoy se está transformando Francisco, comienza a no tener límites en lo que genera.
El conflicto aparentemente sinfín de Oriente Medio desvía la atención y los recursos de una amenaza más grave que se cierne sobre toda esa región a largo plazo, la creciente escasez de agua. Y la situación va a empeorar antes de mejorar, si alguna vez lo hace.
Hoy, el nombre de José Millán Astray está complemente olvidado y sólo es recordado por unos pocos aficionados a la historia de la guerra civil española de 1936-1939. Pero hace no muchos años, la historia de su enfrentamiento del 12 de octubre de 1936 con el rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, fue una de las anécdotas emblemáticas del terrible conflicto que desgarró a España. Fue entonces que el gran escritor y filósofo español pronunció su célebre veredicto: «Venceréis pero no convenceréis».
Es una de esas preguntas que parecen retóricas y sin embargo podría hacerse realidad en poco tiempo: ¿Irak, como nación, está en vías de dividirse? En los últimos 25 años, esa nación fue escenario de dos guerras con alianzas internacionales encabezadas por Estados Unidos, de una guerra de ocupación y de una guerra entre civil y religiosa que hoy tiene el país, aparentemente al menos, al borde del desmembramiento.
¿Cambiará Hamás de ideología y reconocerá el derecho a existir de Israel tras el acuerdo de reconciliación con Al Fatah?
De acuerdo con la Autoridad Palestina (AP), la respuesta es que sí, pero, según Hamás, es un rotundo no y un compromiso de proseguir con los ataques terroristas contra Israel.
La condena a seis años de prisión por aceptación de sobornos cuando fue intendente de Jerusalén del ex primer ministro israelí, Ehud Olmert, tuvo una extraordinaria repercusión en el mundo árabe.
Luego de una ruptura que se prolongó durante casi siete años, las organizaciones palestinas Al Fatah y Hamás, llegaron a un acuerdo. La iniciativa fue celebrada por los palestinos, agobiados por los rigores de la economía y las presiones para mantener tratativas con Israel.
Quienes daban por acabado a Mahmud Abbás, presidente de la Autoridad Palestina, se apresuraron en su veredicto.
Probablemente no haya líder político en el mundo más débil. Su mandato está caducado. Sus 79 años no le permiten pensar en librar una batalla para presentarse de nuevo en caso de que pueda convocar unas elecciones.
A Aarón Barnea y Bassam Aramin los separaba todo hasta hace pocos años: el primero, palestino; el segundo, israelí, pertenecientes cada uno a dos pueblos con una lucha ancestral por una franja de tierra en la costa del Mediterráneo.