Cuarenta y tres ciudadanos argentinos musulmanes, judíos y cristianos viajarán juntos a Israel, la Autorida Palestina (AP), Jordania y Vaticano para «exportar el modelo de convivencia de la sociedad argentina» y presentarlo en la zona del conflicto de Oriente Medio, informaron integrantes de la delegación.

El viaje se iniciará mañana martes y la delegación tiene previsto visitar a los líderes de la región y lugares santos para las tres religiones.

«Estamos trabajando para poder exportar el modelo de la convivencia en el que vive la sociedad argentina en lugar de importar el conflicto de Oriente Medio a nuestro país», dijo Claudio Epelman, director del Congreso Judío Latinoamericano (CJL).

La iniciativa surgió junto al Instituto de Diálogo Interreligioso, informó el sacerdote Guillermo Marcó, quien consideró que el viaje «es un objetivo en sí mismo porque nos lleva a estar juntos y a compartir acciones diarias y cotidianas».

Epelman reconoció que «armar la agenda resultó muy complejo pero, si todo sale bien, vamos a reunirnos el 20 de febrero con el presidente de la AP, Mahmud Abbás, en Ramallah; el 23 con Shimón Peres en Jerusalén; el 25 con el rey de Jordania, Abdullah II, en Ammán; y el 27 con el Papa Francisco, en el Vaticano».

Además recorrerán lugares santos para las tres religiones como la Vía Dolorosa, el Santo Sepulcro, el Muro de los Lamentos, la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo, plantarán árboles en Jerusalén, vistarán las ciudades jordanas de Ammán y Petra, las Catacumbas de Santa Cecilia y, posiblemente, una mezquita y una sinagoga en Roma.

«Vamos a demostrar que no tenemos una convivencia abstracta, sino que en nuestro país pueden converger las tres religiones monoteístas, coexistir sin problemas y que cuando se quiere se puede», sostuvo Pedro Abraham, titular de la Institución Islámica Argentina.

«El viaje es la culminación de un encuentro organizado desde el Instituto de Diálogo Interreligioso creado por Marcó junto al rabino Daniel Goldman y Omar Abud», explicó Abraham.

Epelman, por su parte, destacó la «construcción de voluntades de 43 personas que se hacen cargo del costo de este viaje por igual, no dependemos de ninguna organización que lo solventa».

«Llevamos el mejor modelo de coexistencia que podemos a Oriente Medio para demostrar que la convivencia religiosa es posible tal como se desarrolla en Argentina, y que se construye gracias al despojo de los prejuicios y la construcción diaria», agregó.

Para Marcó, «este viaje es la culminación de una etapa» que él asocia con la coronación del entonces cardenal Jorge Bergoglio como Papa Francisco, y todo «su trabajo en torno al diálogo interconfesional».

También valoró la libertad existente en Argentina donde se difunde un «mensaje de convivencia en paz, tolerancia mutua y respeto», y destacó que «la escuela pública fue el sustrato de esta experiencia».

La vivencia argentina tiene los condimentos necesarios para proponer y exponer al diálogo como una manera de resolución de conflictos, agregó Epelman, quien afirmó que si bien «no pretendemos cambiar las circunstancias políticas de Oriente Medio, en el mundo el bien y el mal tienen un delicado equilibrio que nosotros pensamos desbalancear».

«Sabemos que si sembramos prejuicio cosecharemos odio, pero como líderes de comunidades religiosas tenemos una opción sobre el mensaje con el que queremos predicar: sembrar prejuicios, estereotipos y resentimientos en el prójimo o amarlo como a nosotros mismos. Según la opción que tomemos será el mundo que construyamos», dijo el funcionario del CJL.

Todos coinciden en que la convivencia no es producto de la providencia divina, sino que se la debe construir con la actitud diaria ante el prójimo.

«Muchos judíos llegan a Oriente Medio al igual que muchos musulmanes y católicos, pero no es habitual que lleguen juntos, y  menos habitual lo es para visitar juntos al presidente palestino y al israelí para llevarles el mismo mensaje de paz y de que la coexistencia es posible», advirtió Epelman.

«Esto, en definitiva, es salir a sembrar», concluyó Marcó atento y expectante acerca del resultado de esta inédita experiencia que está a punto de comenzar.

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