Argentinos de origen judío y musulmán trabajan en la construcción del capítulo local de una organización civil que promueve la construcción de una alternativa desde las diásporas en América Latina para promover el diálogo y la búsqueda de paz apoyando la solución de dos Estados para Israel y la Autoridad Palestina.
El capítulo argentino del Consenso por la Paz Palestino Israelí (CAPPI) «busca movilizar las energías de las diásporas árabe y judía para crear una diplomacia multivías que transforme el conflicto», dijo Omar al-Kaddour, impulsor de la instancia local junto a Pablo Lumerman, desde la Fundación Cambio Democrático.
El CAPPI es parte de una iniciativa regional que ya opera con grupos similares en Brasil, Chile, Perú y Uruguay, apadrinada por dos destacados promotores internacionales, el israelí Edy Kaufman y el palestino Walid Salem.
Kaufman es docente de la Universidad Hebrea de Jerusalén y de la Universidad de California, y Salem es miembro del Consejo Nacional Palestino de la OLP y académico de la Universidad de Al Quds ubicada en Jerusalén Oriental.
Kaufman y Salem, como exponentes de la iniciativa, dictaron un seminario en el Instituto del Servicio Exterior de Argentina y se reunieron con legisladores locales «para dialogar sobre las acciones y mecanismos de la diplomacia parlamentaria que se pueden desarrollar para contribuir, desde Argentina, a una paz justa y sostenida entre ambos pueblos».
«Las diásporas son importantes porque mientras desde Oriente Medio se exporta el conflicto, desde las comunidades musulmana y judía de los países de América Latina se puede importar notables modelos de convivencia», explicó Kaufman.
«Nos preocupa lo que llamamos 'nacionalismos a larga distancia'. Los gobiernos, a veces, crean a Frankenstein, crean prolongaciones de sus políticas cuando hace falta estadistas que dispongan de miradas como la que supieron tener - del lado israelí - Begin, Rabín o Ben Gurión», agregó.
A pesar de esa crítica, Kaufman reconoce que parece haber algún cambio en marcha en las nuevas generaciones de políticos de su país.
«Hace unos años, cuanto más joven se era más intransigente, ahora eso parece estar cambiando, pero aún no puedo visualizar quién puede ejercer, en Israel, ese tipo de liderazgo con una visión de estadista que ayude a resolver la larga disputa entre israelíes y palestinos», aseveró.
Por su parte, Salem se declaró abiertamente «heredero de los postulados planteados por el ensayista palestino Edward Said cuando afirmó que la Autoridad Palestina es un ente de posturas moderadas de diversidad y participación».
«Hay que abrirse en relación al otro, y para eso hay que entrar en contacto con el otro», agregó ratificando que el diálogo es la vía para acceder a la paz en la región.
Salem se mostró convencido que la solución al conflicto «se debe buscar a través del diálogo y la participación compartida y pacífica».
«No es cuestión de enamorarse del otro a expensas de sus derechos sino que se trata de ir juntos, y en Oriente Medio hay proyectos en ese sentido», ratificó.
Para Kaufman y Salem «la no violencia es un concepto de vida y nadie tiene derecho a tomar la vida del otro». Ambos dijeron creer en la no violencia como una forma de actuar, y asumieron como tarea propia apoyar e impulsar proyectos como el que Al Kaddour y Lumerman están liderando en Argentina.
El CAPPI está trabajando sobre estos preceptos apartándose de los «nacionalismos de larga distancia».
Al Kaddour explicó que «un conflicto como el de Israel y la Autoridad Palestina, que fue marcado por la guerra, el rechazo, la intolerancia, la falta de respeto y la inequidad, genera una situación cargada de enemistad y hostilidad que repercute negativamente en las diásporas».
El objetivo de los capítulos latinoamericanos del Consenso es justamente «revertir esta influencia y generar un rol activo de las comunidades locales aprovechando la distancia respecto al conflicto y demostrando que la coexistencia de árabes y judíos en la región pueda servir de ejemplo para abrir canales de diálogo y acción por la paz y la justicia», añadió.
Fuente: Telam
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