En su columna del diario israelí «The Jerusalem Post», el analista Isi Leibler afirmó que «la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, desechó lo que quedaba de la integridad moral de su país al firmar un pacto diabólico con Irán», en alusión al convenio alcanzando por ambos países para revisar la causa por el atentado a la AMIA en el que varios ciudadanos iraníes son imputados como responsables de la masacre que dejó 85 muertos.
Recordando que fue el propio ex presidente Néstor Kirchner quien ordenó reabrir la investigación por los ataques a la Embajada de Israel y a la AMIA, Leibler señaló que la mandataria lleva a la Argentina con este acuerdo al «clímax de su decadencia política».
Tras apuntar que dicho convenio fue anunciado por la presidenta el mismo día en el que se conmemoraba el Día Internacional del Recuerdo del Holocausto, el columnista indicó que, «irónicamente», la República Islámica, con la que el gobierno argentino estará trabajando en conjunto, niega el genocidio perpetrado por el régimen nazi contra seis millones de judíos.
«Que los líderes argentinos se presten a colaborar con el cínico blanqueo del asesinato de sus propios ciudadanos y crear una 'Comisión de la Verdad' con un régimen miserable, despótico, que niega el Holocausto, debe conducir a la condena del gobierno argentino por el mundo civilizado», aseveró Leibler, quien agregó que «el gobierno de Cristina Kirchner debe ser visto peor que la Venezuela de Hugo Chávez, conocida por ser uno de los principales aliados y financistas de Argentina».
Leibler recalcó que los actuales problemas económicos que enfrenta Argentina están detrás del acuerdo, e hizo referencia a la columna publicada en marzo de 2011 por el periodista argentino Pepe Eliaschev, quien denunció en una columna del diario «Perfil» que el gobierno buscaba cerrar las causas por las investigaciones a los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA.
La información de Eliaschev, que fue inmediatamente calificada como «falsa» por el canciller argentino, Héctor Timerman, se basaba en un presunto documento oficial entregado por el ministro de Exteriores de Irán, Ali Akbar Salehi, al líder del régimen, Mahmud Ahmadinejad, en donde se aseguraba que el jefe de la diplomacia argentina le había ofrecido a su par iraní congelar las investigaciones a cambio de «mejorar las relaciones económicas» entre ambos países.
Respecto a Timerman, quien es el primer canciller argentino de origen judío, Leibler sostuvo que «heredó» su odio a Israel de su padre, el periodista Jacobo Timerman, quien según el articulista «nunca apreció las gestiones realizadas por las autoridades hebreas que lograron su liberación tras haber sido secuestrado y torturado durante la dictadura, acusado de lavar dinero de la organización guerrillera Montoneros».
Según Leibler, el canciller «también disfruta claramente de atacar a Israel, aparentemente ajeno al hecho de que el Estado judío fue el encargado de salvar la vida de su padre. Sólo el mes pasado, comparó el control del Reino Unido de las Islas Malvinas, que Argentina reclama, con el control 'colonial' de Israel de Cisjordania», añadió.
«Es repugnante ver tan despreciable comportamiento por parte del gobierno argentino siendo implementado por un canalla judío de ultraizquierda», concluyó con dureza el artículo.
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