La asesora de Seguridad Nacional de EE.UU, Susan Rice, participó en una reunión del Grupo Consultivo israelí-estadounidense, en la que se abordaron las negociaciones que mantienen el Grupo 5+1 con Irán para reducir su programa nuclear.
Dicho mecanismo se reúne de forma regular para coordinar distintos aspectos relacionados con la seguridad en el ámbito bilateral, y encuentro estuvo encabezado por parte israelí por su homólogo, Yossi Cohen.
«La delegación estadounidense reafirmó su compromiso para impedir que Irán consiga el arma nuclear», informó un comunicado distribuido por la Casa Blanca.
En el encuentro, los estadounidenses pusieron al tanto a los israelíes de los «actuales esfuerzos diplomáticos del Grupo 5+1 y la Unión Europea para alcanzar una solución global que resuelva de forma pacífica las preocupaciones de la comunidad internacional con su programa», agregó la nota.
En la reunión, celebrada en Jerusalén, la delegación encabezada por Rice subrayó que continuará la coordinación «sin precedentes» entre los dos países mientras transcurran las negociaciones con Teherán.
Ambas partes abordaron asimismo otras cuestiones «críticas regionales y bilaterales», así como vías para mantener la estrecha cooperación a todos los niveles.
Rice y Cohen acordaron que el grupo consultivo es un foro estratégico de gran utilidad y que continuarán reuniéndose regularmente en Washington y Jerusalén.
La asesora del presidente estadounidense, Barack Obama, llegó a Israel y se reunió con el primer ministro, Binyamín Netanyahu, y con el presidente, Shimón Peres, con quienes abordó asuntos de interés regional, como la guerra en Siria y el proceso de paz con los palestinos, entre otras cuestiones.
Rice se entrevistó además en Ramallah con el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás, con quien analizó el reciente y fallido proceso de paz impulsado por Washington y la reconciliación de las facciones palestinas.
La llegada de la asesora de Obama a la localidad cisjordana coincidió con la divulgación de una carta firmada por 17 organizaciones palestinas e internacionales de defensa de los derechos humanos en la que pidieron a Abbás adherirse a la Corte Penal Internacional (CPI).
En la misiva, las organizaciones - entre las que se incluyen Human Rights Watch y Amnistía Internacional - consideran que este paso es esencial para completar la vía del reconocimiento internacional emprendida por la AP hace dos años y acabar con la impunidad de los crímenes cometidos durante el conflicto.
«La adhesión a la CPI obligará a palestinos e israelíes a respetar la legalidad internacional y pondrá fin a los supuestos crímenes de guerra», explicaron los grupos.
«El hecho de que se cometieron crímenes de guerra socavó de forma regular las negociaciones. La amenaza de una proceso creíble contribuiría a que se pudiera avanzar en la causa», agregaron.
El principal negociador palestino, Saeb Erekat, acogió con agrado el comunicado, aunque no reveló cual será la estrategia palestina, mientras que el ministerio de Exteriores israelí lo califico de ataque de aquellos que no quieren que ambas partes tomen el arduo camino del diálogo.
Rice, por su parte, aseguró a Netanyahu que EE.UU seguirá promoviendo el diálogo y la solución a través de la fórmula de los dos Estados.
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