Saeb Erekat, miembro del comité central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), instó a Israel a que reconozca la Nakba (catástrofe), que en 1948 supuso la fuga y expulsión de cientos de miles de palestinos y la pérdida de sus tierras, pues es la única forma de alcanzar la paz.
En un comunicado enviado con motivo de la celebración del 66° aniversario de la Nakba, el ex jefe negociador criticó que «mientras la OLP reconoció en 1988 el derecho de Israel a existir, el Gobierno israelí pide a los palestinos que nieguen la existencia de nuestro pueblo y los horrores sufridos en 1948».
«Ahora más que nunca, Israel debe admitir los horrores causados en 1948, poniendo fin a su subyugación de millones de personas en vez de intentar fortalecer su negacionismo y tratar de legitimar la persecución. La paz sólo puede llegar a través de la justicia y la igualdad», precisó.
Al hilo de estos argumentos, Erekat subrayó que la Nakba «es el relato del miedo y la intimidación, de la negación y la persecución, una cruel realidad sin fin».
«Este día (15 de mayo), en 1948, marca el exilio forzoso de cerca de 750.000 palestinos de sus casas y sus tierras. Algunos fueron objetos de brutales masacres. Muchos huyeron porque temían por su vida. Unos pocos lograron quedarse en lo que hoy es Israel. Todos sufrieron y 66 años después, el sufrimiento continúa», señaló.
«Hoy, en el este ocupado de Jerusalén, familias son expulsadas de sus casas con la excusa de que su propiedad pertenecía a judíos antes de 1948, mientras se prohíbe a los refugiados regresar a las casas que ocupaban antes de 1948 en Jerusalén oeste», comparó.
Erekat recordó que millones de palestinos viven aún refugiados, sin esperanza y en precarias condiciones, tanto dentro de Cisjordania y Gaza como en campos bajo asedio y pobreza en el exterior, como el de Yarmuk, al sur de Damasco.
Además, criticó que Israel no permita el regreso a sus hogares de palestinos israelíes con sentencias favorables del Tribunal Supremo israelí, como ocurre con los habitantes de pueblos como Iqrit y Biram, en la Alta Galilea, y al mismo tiempo acepte que colonos se apoderen de tierras palestinas ocupadas en la guerra de 1967.
Erekat atacó la exigencia del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, de que los palestinos reconozcan la naturaleza judía del Estado de Israel, que, según él, fue una de las razones que hicieron colapsar las recientes negociaciones.
«La ley de nacionalidad que promociona Netanyahu y que determina que Israel es un Estado judío se suma a la larga lista de leyes discriminatorias en contra de una quinta parte de la propia población israelí, habitantes originales de esta tierra», indicó en referencia a los árabes-israelíes.
«La OLP reconoció el derecho de Israel a existir. Nosotros no pedimos que el hebreo no sea la lengua oficial o que las fiestas judías no se celebren. Nosotros no debemos definir el carácter de Israel», señaló Erekat, que recordó que en Israel se prohíbe conmemorar la Nakba.
«Pero no permitiremos que ningún palestino se convierta en un inmigrante, en un extraño en su propia tierra. Estábamos aquí en 1948 y muchos siglos atrás», agregó.
"El concepto de Estado exclusivamente judío conlleva naturalmente la negación de la Nakba. Nos dice: esta es nuestra tierra; ustedes estaban aquí de forma ilegal, por error. Es una forma de pedirnos que neguemos la existencia de nuestro pueblo. A nadie se le puede pedir algo así», aseveró.
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