Durante la tradicional audiencia pública de los miércoles, que se desarrolló ante una multitud en la plaza San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco calificó su viaje a Tierra Santa como «sólo religioso» y agregó que uno de los motivos del periplo es «rezar por la paz en esa tierra que sufre tanto».
En una gira que se iniciará este sábado, el sumo pontífice visitará Ammán (Jordania), Belén (Cisjordania) y Jerusalén (Israel).
«El próximo sábado comienza mi viaje a Tierra Santa, la tierra de Jesús. Será un viaje estrictamente religioso», dijo Francisco y destacó, en primer lugar, el encuentro que mantendrá con su «hermano Bartolomé I con motivo del 50° aniversario del encuentro de Paulo VI con Atenágoras I».
«Pedro y Andrea se encontrarán otra vez y esto es muy bonito», mencionó el pontífice.
El Papa Francisco conmemorará el 50° aniversario del histórico encuentro entre Paulo VI y el patriarca ortodoxo Atenágoras I de Constantinopla, que ocurrió el 5 de enero de 1964 en Jerusalén, una reunión que dejó sin efecto la excomunión de 1054 que provocó el cisma entre las iglesias de Oriente y de Occidente.
Durante su breve pero intenso viaje, el Papa se reunirá en varias ocasiones con el patriarca ortodoxo, con quien - entre otras actividades - rezará ante el Santo Sepulcro en Jerusalén.
«El segundo motivo es rezar por la paz en aquella tierra que sufre mucho. Les pido que recen por este viaje», pidió Francisco a la multitud de fieles reunida en San Pedro.
En el viaje - en el que Francisco pronunciará 14 discursos, todos ellos en italiano - se incluyó la visita a dos campos de refugiados sirios y palestinos en Jordania y en Cisjordania, y al Memorial Yad Vashem para rendir homenaje a las víctimas del Holocausto perpetrado por los nazis.
La histórica travesía tendrá una particular impronta argentina, ya que Francisco sumó a la delegación a dos compatriotas, viejos conocidos suyos de su trabajo pastoral en Buenos Aires: el rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, Rabino Abraham Skorka, y el ex secretario general del Centro Islámico de la República Argentina, Omar Abboud.
El Rabino Skorka, quien ya se encuentra en Jerusalén, dijo a los medios locales que el Papa Francisco mantendrá un «equilibrio total» durante sus discursos y actos en el peregrinaje a Tierra Santa, consciente de que se trata de «un viaje delicado».
Según el rabino argentino, el Papa es plenamente consciente de que «la región es difícil, complicada, y de todos los factores que hay en pugna» y por eso se reunirá con palestinos de un campo de refugiados y, en una medida recíproca, rendirá homenaje al padre del movimiento sionista, Teodoro Herzl.
«El Papa puede y quiere ayudar a través del mejor arma que tiene para todo, con la oración», respondió al ser preguntado sobre si tratará de aportar ideas para la paz.
En tanto, el ministro de Turismo israelí, Uzi Landau, señaló que Francisco es «un verdadero amigo del pueblo judío y de nuestro Estado» y afirmó que su visita tiene un «inmenso valor para Israel».
Landau destacó las expectativas que despierta la visita papal en el país, «no sólo por su importante guía y autoridad en el mundo cristiano católico sino también por su personal, único y altamente apreciado estilo con el cual absuelve sus tareas».
Por su parte, los servicios de seguridad israelíes impusieron una orden de alejamiento a varios activistas judíos de ultraderecha, para restringir sus movimientos y tratar de evitar interrupciones en la visita del Papa Francisco a Tierra Santa.
Un portavoz de la Policía israelí confirmó que la Policía y el Shin Bet impusieron órdenes de alejamiento a «un número de activistas de ultraderecha» que podrían intentar causar «disturbios durante la visita del Papa y estar involucrados en actos ilegales de provocación». El portavoz no precisó cuántos activistas recibieron la orden.
También anunció que no estará permitido acceder a ciertas áreas «por razones de seguridad» durante cuatro días.
El periódico «Haaretz» publicó que tres jóvenes judíos tendrán prohibida la entrada a Jerusalén desde el sábado. Según el medio, dos de ellos son estudiantes de un seminario rabínico cercano al Cenáculo, el lugar en el que, según la tradición, tuvo lugar la Última Cena y donde el Papa celebrará una misa.
El rotativo informó que los servicios de seguridad temen que radicales judíos puedan cometer un «gran crimen de odio» contra la población cristiana o sus instituciones para atraer la atención de los medios durante la peregrinación del Papa.
La semana pasada apareció una pintada en una columna de la Oficina de la Asamblea de Obispos en el Centro de Nuestra Señora, en el este de Jerusalén, en la que se podía leer «Muerte a los árabes y los cristianos y a todos aquellos que odian a Israel». El Papa Francisco tiene previsto encontrarse con el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, en este Centro, una propiedad vaticana situada justo a las afueras de la Ciudad Vieja, durante el último día de su viaje.
El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, afirmó que no está preocupado por la seguridad en ninguna parte de la visita. Según aseguró, el Papa evitará vehículos blindados durante el viaje y utilizará un coche normal para estar lo más cerca posible de la gente.
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