El Departamento de Estado norteamericano manifestó su «decepción» con Israel por la ampliación de asentamientos en Cisjordania y en barrios de Jerusalén Este, que consideró «contraproducente para alcanzar la paz».
«Estamos profundamente decepcionados con el anuncio de los asentamientos», indicó la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, quien subrayó la oposición de Estados Unidos a estas acciones unilaterales.
«Estas acciones son de poca ayuda y contraproducentes para conseguir una solución de dos Estados», afirmó Harf, que calificó los asentamientos de «ilegítimos».
La portavoz urgió a Israel y la Autoridad Palestina (AP) a «abstenerse de tomar acciones que aumentan las tensiones y minan los esfuerzos para encontrar un camino para una solución».
«Es muy difícil de entender cómo esos asentamientos contribuyen a la paz», agregó.
A su vez, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, pidió a Israel que suspenda la convocatoria de una nueva licitación para la edificación de 1.500 viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este.
En un comunicado dirigido a las administración israelí, Ashton reiteró que esos movimientos «no contribuyen a los esfuerzos de paz».
La Unión Europea (UE) hizo repetidos llamamientos a israelíes y palestinos a abstenerse de realizar cualquier acción unilateral que derive en el entorpecimiento de los esfuerzos de pacificación y la viabilidad de la solución de los dos Estados.
«Lo que es necesario ahora mismo es un acuerdo constructivo para poder reaccionar y crear un clima que conduzca a retomar las negociaciones», señaló la alta representante.
«Pedimos a las instituciones israelíes que frenen la expansión y dirijan todos sus esfuerzos a retomar los diálogos de paz», añadió Ashton.
También el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, expresó su «profunda preocupación» por la decisión del Gobierno israelí y recordó que la misma «es ilegal bajo el Derecho Internacional».
«El secretario general pide a Israel que se ciña a los llamamientos de la comunidad internacional, congele su actividad en los asentamientos y cumpla sus compromisos con el Derecho Internacional y la Hoja de Rutas», informó el portavoz de Ban, Stephane Dujarric.
Alemania, a su vez, lamentó los planes de Israel. «El Gobierno alemán está muy preocupado por este anuncio porque es un paso que supone una amenaza para que los intentos de continuar con las tratativas entre israelíes y palestinos se hagan más difíciles», aseguró la portavoz del Ejecutivo alemán, Christiane Wirtz.
También instó a las autoridades palestinas e israelíes a evitar nuevas provocaciones y explicó que el Gobierno alemán pidió al Ejecutivo israelí que se abstenga de la tentación de nuevas construcciones.
Por su parte, el miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y jefe del equipo negociador, Saeb Erekat, criticó duramente al Gobierno israelí por su resolución.
«El Gobierno israelí celebra los 47 años de ocupación y crímenes de guerra con la aprobación de miles de nuevas viviendas en los territorios palestinos ocupados debido a que la comunidad internacional no actúa para detener las actividades ilegales en los asentamientos», dijo.
En este sentido, Erekat solicitó a la comunidad internacional a «que tome todas las medidas posibles para forzar a Israel, como país ocupante, a que rinda cuentas por sus violaciones diarias de los derechos de los palestinos y del Derecho Internacional».
«El Gobierno del primer ministro Netanyahu reafirmó su intención de desafiar al Derecho Internacional y los esfuerzos internacionales de paz colonizando nuestros territorios», agregó.
«En esta ocasión, Israel utiliza la unidad nacional palestina, un paso aplaudido por la comunidad internacional, como una excusa para continuar su colonización», destacó.
Por ello, sostuvo que la OLP considera que esta decisión «es una muestra clara de que Israel marcha hacia un mayor enfrentamiento, a través de nuevos asentamientos, la anexión de territorios ocupados y el traslado forzoso de población».
«Mientras, Israel continúa cometiendo crímenes contra la gente que vive bajo ocupación, incluyendo malos tratos a miles de palestinos que están en cárceles israelíes, ataques y provocaciones diarios en la Explanada de las Mezquitas, y el bloqueo draconiano contra la Franja de Gaza», añadió.
«Estamos estudiando seriamente nuestra respuesta. Es el momento de que la comunidad internacional haga responsable al Gobierno israelí de sus crímenes de guerra y que asuma sus responsabilidades, incluyendo la prohibición de todos los productos fabricados en asentamientos israelíes y la retirada de inversiones de las empresas que participan directa o indirectamente en la ocupación», aseveró Erekat.
Un día antes, el ministro israelí de Vivienda, Uri Ariel, abrió un nuevo concurso para la construcción de 1.500 viviendas en asentamientos judíos de Cisjordania y barrios de Jerusalén Este, en represalia por la formación del nuevo Gobierno de unidad palestino y su reconocimiento por parte de Estados Unidos, la UE y la ONU, entre muchos otros.
El anuncio de la ampliación de los asentamientos coincidió, además, con el 47° aniversario de la Guerra de los Seis Días que llevó a la conquista militar por parte de Israel de la Península del Sinaí, Cisjordania, la Franja de Gaza, los Altos del Golán y la reunificación de Jerusalén.
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