Mientras el mundo se entera absorto que más de medio millón de iraquíes fueron obligados a huir de sus pueblos para salvar sus vidas, el Papa Francisco expresó ayer su indignación por la violencia contra las minorías religiosas.
«En Irak, niños que huían ante el avance de extremistas murieron de sed», dijo y pidió al mundo detener esos crímenes.
De la misma forma se refirió al recrudecimiento de los combates en la Franja de Gaza, aunque por la noche se conoció que tanto Hamás como Israel habían aceptado un nuevo alto el fuego por 72 horas.
En un mensaje cargado con palabras fuertes, durante su tradicional bendición de los domingos, el Papa Francisco afirmó que las noticias procedentes de Irak «nos llenan de consternación e incredulidad».
El sumo pontífice recordó que «miles de personas, católicos entre ellos, fueron forzados a huir de sus casas y las mujeres fueron capturadas».
También habló de la destrucción de «tesoros históricos y culturales».
El Papa llamó a la comunidad internacional a encontrar «una solución política eficiente que pueda detener esos crímenes y restaurar el imperio de la ley».
El jefe de la Santa Sede informó que un emisario personal suyo, el cardenal Fernando Filoni, viajará hoy a Irak «para asegurar mi cercanía hacia a esa querida población que pasa tan horribles sufrimientos».
Los yihadistas del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) obligaron a huir de sus hogares a unos 600.000 civiles pertenecientes a minorías étnicas y religiosas del norte de Irak, afirmó ayer un diputado iraquí en Bagdad.
«Alrededor de 150.000 miembros del grupo étnico shabak, 250.000 turcomanos y 200.000 seguidores del credo yazidí fueron forzados por los grupos terroristas a desplazarse», señaló Henín al-Qedu, diputado de la provincia septentrional iraquí de Nínive, en rueda de prensa.
Al Qedu aseguró que «las operaciones de asesinato, saqueo y violaciones continúan en las aldeas de mayoría shabak y también en las localidades yazidíes y cristianas en Sinjar».
Al mismo tiempo, Estados Unidos anunció que llevó a cabo ayer una cuarta serie de ataques aéreos selectivos en el norte de Irak, dirigidos a las posiciones de ISIS en las proximidades de Erbil, la capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí.
Según los datos aportados por el Comando Central de Estados Unidos (CETCOM), estos ataques destruyeron una posición de mortero y varios vehículos armados, uno de los cuales estaba disparando contra las fuerzas kurdas en los accesos de la ciudad de Erbil.
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