Israel declaró estatales 400 hectáreas en Gush Etzión, situado entre las ciudades palestinas de Belén y Hebrón. Se trata de la mayor expropiación de tierras en Cisjordania en los últimos 30 años.
El paso fue dado después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), con competencia en materia de suelo en Cisjordania, argumentaran que en su opinión no existe reclamación privada de posibles propietarios palestinos sobre el citado territorio. Aún así, el Gobierno deberá esperar los 45 días estipulados para permitir posibles alegaciones y reclamaciones.
La decisión fue duramente criticada por organizaciones no gubernamentales israelíes y movimientos pacifistas como «Paz Ahora», que consideran que significa colocar un nuevo obstáculo para una solución negociada al conflicto entre israelíes y palestinos en pleno debate además sobre las fronteras del Estado palestino.
«Este es un mensaje para los palestinos de que Israel negocia con Hamás y al mismo tiempo destruye las opciones para lograr un verdadero acuerdo con los moderados», manifestó la organización.
«Es una puñalada en la espalda de presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás», destacó su director, Yariv Oppenheimer.
La zona declarada, en el asentamiento Gvaot, estaba hasta ahora considerada un barrio de la colonia Alón Shvut, no fue reconocida hasta ahora por Israel debido a que se construyó sin permisos estatales.
En julio de este año, los colonos de la zona volvieron a exigir su reconocimiento estatal como represalia por el asesinato de tres estudiantes judíos, desaparecidos semanas antes cuando hacían salían del seminario rabínico Kfar Etzión.
Yigal Dilmoni, subdirector del Consejo de Yesha, que representa a los asentamientos en Cisjordania, afirmó que este tipo de acciones «son una respuesta sionista apropiada a los ataques terroristas en Israel», en alusión al crimen de Gil-Ad Shaer, Naftali Frenkel y Eyal Yifraj y pidió al Gobierno que siga ampliando las colonias.
«El anuncio allana el camino para la establecimiento de la nueva ciudad de Gvaot», a la que algunos propusieron rebautizar con el nombre de los tres chicos, explicó, por su parte, Davidi Perl, presidente del Consejo regional de Gush Etzión.
«Los asesinos de los tres jóvenes querían sembrar el miedo en nuestros corazones y enturbiar nuestras vidas, y nuestra respuesta es profundizar la colonización y construir tanto dentro como fuera», agregó.
La semana pasada, el viceministro Ofir Akunis, responsable de las relaciones entre el Ejecutivo y el Parlamento, aseguró que Israel jamás renunciará a la colonización de Cisjordania, ya que cualquier retirada sería, en su opinión, una especie de «suicidio nacional».
La AP prepara una petición a la ONU para que ponga fecha al fin de la ocupación israelí y la declaración de un Estado palestino en las fronteras de 1967.
Por su parte, el Departamento norteamericano solicitó a Israel en un comunicado que reconsidere la «contraproducente» expropiación.
«Desde hace mucho tiempo llevamos dejando clara nuestra oposición a la constante actividad de Israel en lo que a asentamientos se refiee. Este anuncio, como todos los que Israel efectúa de esta índole, es contraproducente para su objetivo, como tantas veces reiteró el Gobierno israelí, de negociar una solución con los palestinos que acepte dos Estados. Pedimos al Ejecutivo que revierta esta decisión», declaró la portavoz de la cancillería, Jen Psaki.
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