Tras dos semanas del cese a las hostilidades en Gaza, cada vez hay más evidencia de que los terroristas de Hamás utilizaron en muchas ocasiones zonas residenciales como escudos humanos para lanzar cohetes contra Israel.
Incluso Hamás admitió que cometió «errores», pero señaló que no tenía muchas opciones dada la composición urbana de Gaza, llena de gente, pero que tomó medidas de seguridad para alejar a los ciudadanos de los combates.
Hamás insistió en que la dura respuesta israelí es la verdadera culpable de la muerte de civiles palestinos.
«Gaza - desde Beit Hanún, en el norte, hasta Rafah, en el sur - es una cadena urbana ininterrumpida que Israel convirtió en una zona de guerra», afirmó Ghazi Hamad, un alto funcionario de Hamás en la franja.
La discusión no es sobre si Hamás disparó los cohetes desde zonas civiles, sino exactamente qué tan cerca estaban de las construcciones habitadas.
«Israel sigue diciendo que los cohetes fueron disparados desde escuelas u hospitales, cuando en realidad fueron disparados desde 200 o 300 metros de distancia. Aún así, hubo algunos errores, pero fueron resueltos rápidamente», manifestó Hamad.
Es la primera vez que un miembro de Hamás reconoce que, en algunos casos, los terroristas dispararon cohetes desde o cerca de zonas habitadas o instalaciones civiles.
La pregunta es el centro de un enfrentamiento jurídico internacional: ¿Acaso Hamás disparó cohetes contra Israel en forma deliberada y sistemáticamente desde viviendas, hospitales y escuelas con la intención de que Israel tomara represalias, como afirma el Estado judío? ¿O es que Israel utilizó fuerza excesiva, resultando en las muertes de personas que no participaron en operaciones de combate?
Las respuestas podrían ayudar a determinar si Israel, Hamás o ambos serán acusados al final de violar leyes internacionales de la guerra, en un conflicto que causó daños enormes.
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