La renovación parcial de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad despertó el interés de Israel ante la posible exigencia de la Autoridad Palestina (AP) de decidir el final de la ocupación antes de noviembre de 2016. Francia, Reino Unido, España, Nigeria, Nueva Zelanda y Angola aún no se posicionaron sobre dicho asunto.
En concreto, los medios hebreos destacan que dos países afines a Israel, Australia y Ruanda, dejaron su puesto mientras que Venezuela y Malasia, alineados con los palestinos, acaban de ser elegidos.
En total se renovaron cinco bancas y las otros tres fueron para Angola, Nueva Zelanda y España.
«La mayor sorpresa fue la derrota de Turquía frente a España 132 a 60 votos», destacó en un artículo de análisis «Yediot Aharonot», que consideró un «alivio» la ausencia del Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan.
Así, la resolución de la AP podría provocar una «tormenta diplomática» cuando se vote, previsiblemente en enero, según reconoció una fuente de la cancillería israelí en declaraciones al rotativo.
El Gobierno israelí considera que cuenta con dos «líneas de defensa» en el Consejo de Seguridad. En primer lugar, el objetivo diplomático pasa por conseguir que la resolución no consiga los nueve votos necesarios para su aprobación. De momento, se da por hecho el apoyo de Rusia, China, Jordania, Chad, Malasia y Venezuela. Chile también podría decantarse a favor.
En contra estarían sólo Estados Unidos y probablemente Lituania, mientras que Francia, Reino Unido, Nigeria, Nueva Zelanda, Angola y España deben aún posicionarse.
Particularmente difícil es la posición de Reino Unido, tradicionalmente aliado de Estados Unidos y, en consecuencia, de Israel, pero el pasado 13 de octubre la Cámara de los Comunes aprobó por una amplia mayoría una resolución no vinculante que emplaza al Gobierno británico a reconocer a Palestina como un Estado.
Si finalmente se aprueba la propuesta palestina, aún quedaría el derecho a veto con el que cuenta Estados Unidos. Hasta ahora Israel tenía garantizada esta segunda y última «línea de defense», pero una vez sobrepasadas las elecciones parciales legislativas estadounidenses de noviembre, el presidente Barack Obama tendrá las manos libres para volver a presionar al Ejecutivo israelí para que vuelva a las negociaciones con los palestinos.
Sin embargo, Washington buscará por todos los medios no tener que llegar a utilizar su veto y presionará a los demás miembros del Consejo de Seguridad para que no se apruebe la iniciativa. Para ello, es probable que proponga otras alternativas como la reanudación de las negociaciones.
En el otro bando, la AP insistió en numerosas ocasiones en que si no sale adelante esa resolución, suscribirá el Estatuto de Roma, constitutivo del Tribunal Penal Internacional, con lo que esta instancia tendrá competencia para investigar posibles crímenes de guerra cometidos por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Cisjordania y Gaza.
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