El líder de Hezbolá lanzó una fuerte amenaza al Gobierno israelí. el jeque Hassan Nasrallah advirtió que, en caso de una tercera guerra, Israel tendrá que cerrar sus puertos y aeropuertos, ya que los cohetes de la organización terrorista «impactarán en todas partes del país».
«Los israelíes están diciendo en los medios que tendrían que cerrar el aeropuerto Ben Gurión y los puertos de Haifa, Ashdod y Eilat y sí, eso es cierto», manifestó el líder terrorista.
Las declaraciones de Nasrallah, que marcan el inicio de la Ashura - en la que se conmemora el martirio de Hussein, nieto de Mahoma, asesinado junto a un grupo de sus compañeros en el siglo VII durante la batalla de Kárbala -, tuvieron lugar luego de las palabras de un oficial de alto rango de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), quien alertó que Hezbolá estaría planeando ataques en el aeropuerto Ben Gurión y en los puertos de Israel con el objetivo de frustrar la economía y los viajes internacionales de los israelíes.
«Usted debe cerrar todos sus puertos y aeropuertos, porque no hay lugar en la tierra de la Palestina ocupada que los cohetes de la resistencia no puedan llegar», agregó.
Nasrallah aclaró que Hezbolá se encuentra preparado para un eventual enfrentamiento armado contra Israel, y aseguró que podría ser muy costoso para el Gobierno hebreo.
«El poder de disuasión de nuestra resistencia es lo que está impidiendo una guerra», dijo, y agregó que «ir a la guerra contra la resistencia va a ser muy costoso debido a que estamos más decididos, más fuertes y con más experiencia».
En su discurso, el líder terrorista libanés también hizo referencia a la guerra civil siria entre los rebeldes y las fuerzas que responden al dictador Bashar al-Assad.
En esa línea, Nasrallah defendió el apoyo de Hezbolá a las fuerzas sirias en su lucha contra los rebeldes al considerar que están luchando «contra la hegemonía estadounidense y sionista».
Durante su discurso, Nasrallah señaló que se opone «al vacío de poder en Líbano».
«Si los partidos quieren la prórroga del Parlamento, no pondremos obstáculos; si quieren elecciones, estamos preparados para ellas», afirmó, en alusión a la votación este miércoles de la extensión del mandato del Legislativo. A su juicio, el vacío a nivel parlamentario «agravará más la situación tras la no elección de un presidente».
En mayo de 2013, el Parlamento libanés prorrogó su mandato de 17 meses porque los diputados no lograron un acuerdo sobre la nueva ley electoral, que debía reemplazar la de 1960, en vigor.
Nasrallah reiteró, además, su apoyo al general Michel Aoún para ocupar la presidencia libanesa, que desde el pasado 25 de mayo se encuentra vacante ante las discrepancias de los grupos políticos.
También agradeció al Ejército libanés por haber «salvado» al país de los extremistas sunitas del Estado Islámico (EI), con quienes se enfrentó en los últimos meses en zonas fronterizas con Siria y en el norte del país, al tiempo que pidió unidad y cooperación con las autoridades.
Aunque el EI asesina a sus víctimas por su pertenencia a una secta religiosa o a una minoría y el propio Hezbolá respalda a Al Assad, Nasrallah aseveró que lo que está pasando en Oriente Medio «no es un conflicto entre sunitas y chiítas, sino uno politico».
«Los chiítas no debemos aceptar que se transforme en un conflicto sectario. Nuestra batalla no es contra los sunítas, sino contra la hegemonía de Estados Unidos, Israel y los extremistas sunitas», indicó.
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