El rey Abdullah II de Jordania advirtió a Israel de que la continuación de su política expansionista en Jerusalén Este y Cisjordania «destruirá todos los esfuerzos en favor de la paz».
Abdullah II se reunió en Ammán con el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás, con quien analizó la escalada de tensión que se vive en los últimos días en Jerusalén y Cisjordania.
«La repetición de las agresiones de Israel y sus medidas provocativas en Jerusalén y sus sitios sagrados, particularmente en la mezquita de Al Aqsa, es totalmente inacceptable», añadió el monarca.
La reunión entre Abdullah II y Abbás se produjo poco antes de la llegada a Ammán del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, para debatir sobre la tensa situación que se vive en Jerusalén y que provocó un nuevo levantamiento palestino.
Kerry, que estuvo los últimos días en Omán, mantendrá varias reuniones por separado con el rey jordano y el líder de la AP.
En el encuentro de Kerry con Abdullah II está previsto que analicen también asuntos vinculados a la coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), liderada por Estados Unidos y de la que forma parte Jordania.
La reunión con Abbás tendrá lugar este jueves, dijeron fuentes diplomáticas palestinas.
Antes de su arribo a Ammán, Abbás declaró en Ramallah, al conmemorar el décimo aniversario de la muerte de Yasser Arafat, que las políticas de Israel llevan a la región y al mundo a una «perniciosa guerra de religión».
El líder palestino exigió que Israel ponga fin a lo que definió como «las provocaciones» de ese país, y reafirmó la decisión palestina de solicitar que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe este mes una resolución de reconocimiento de un Estado palestino respetando las fronteras de 1967.
El presidente de la AP agregó que si la propuesta ante la ONU fracasa, se dirigirá a organismos internacionales como el Tribunal Penal Internacional (TPI), con sede en La Haya.
«Nos dirigiremos al TPI para proteger a nuestro pueblo, y no habrá presión que nos detenga», proclamó.
Abbas aclaró además que «los territorios ocupados en 1967 no son territorios en disputa, son territorios ocupados», según publicó «Haaretz».
En este punto, agregó que con los asentamientos - a los que definió como «parte de un proyecto ilegítimo que viola la legislación internacional»- Israel está tratando de crear «hechos irreversibles en el terreno».
«Israel debe retirarlos porque no los aceptaremos en un Estado palestino», aseguró.
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