El clima de extrema tensión y violencia se agudizó en la semana de Navidad con distintos ataques ocurridos en Jerusalén, Cisjordania y Gaza. Un soldado israelí resultó herido leve hoy domingo al ser apuñalado por un palestino en las inmediaciones de la estación central de autobuses de Jerusalén, informó la policía.
El atacante, de unos 30 años, apuñaló e hirió a un soldado con un cuchillo, indicó la portavoz policial Luba Samri en un comunicado.
«Un guardia de seguridad testigo del suceso logró reducir al atacante hasta la llegada de las fuerzas de seguridad y fue detenido», se precisa en la nota.
El soldado fue trasladado a un hospital de la ciudad.
Además, este sábado la policía abatió a un terrorista palestino, luego de que este intentase apuñalar a uno de los agentes en Jerusalén.
El hecho ocurrió en la Plaza del Ejército, cerca de la Ciudad Vieja, cuando el individuo despertó las sospechas de los funcionarios.
Para salir de dudas, los policías sometieron al palestino a una revisión. En ese momento, el sujeto extrajo un cuchillo de entre sus ropas y trató de herir a uno de los agentes.
Las fuerzas «abrieron fuego de manera inmediata y el atacante fue neutralizado y murió», explicó Samri.
Otro caso ocurrió en Silwad, un pueblo palestino al noroeste de Ramallah, en Cisjordania, donde una mujer intentó atropellar con su vehículo a un grupo de soldados, según informaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
«Un intento de embestir con un coche a guardias fronterizos desplegados en el pueblo de Silwad fracasó. Los guardias localizaron a la terrorista, le dispararon y la mataron», señaló un comunicado oficial.
Las fuerzas de seguridad palestinas identificaron a la mujer como Mahdiyah Hamad, de 38 años y originaria de Silwad.
En otro incidente, las FDI dispararon a palestinos que protestaban frente a la cerca fronteriza que divide a Gaza con Israel, matando a Hani Wahdán, de 22 años, y provocando heridas a cerca de 40 personas.
Una vocera de las FDI aseguró que «cientos de palestinos participaron en esos choques. Intentaban dañar la barrera de seguridad lanzándole bloques de piedra y neumáticos incendiados. Las fuerzas presentes respondieron al peligro inmediato de infiltración en territorio israelí pidiendo que pararan y haciendo disparos de advertencia. Pero como seguía la violencia y había peligro para las comunidades vecinas dispararon a los principales instigadores», declaró.
Hasta el momento los enfrentamientos se cobraron la vida de 131 palestinos y 22 israelíes.
A raíz de esta situación, y por temor a atentados terroristas, se extremaron las medidas de seguridad en gran parte de la región, especialmente en Belén. Las celebraciones de Navidad en la ciudad tienen lugar bajo una estricta vigilancia por temor a que grupos salafistas puedan atentar contra peregrinos o centros cristianos.
Según la radio pública palestina, las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina (AP) arrestaron esta última semana a un gran número de islamistas en el distrito de Belén y tienen en cuenta también posibles amenazas de grupos identificados con extremistas del Estado Islámico (EI).
La presencia de fuerzas especiales de seguridad es notoria en los últimos días, donde miles de agentes armados custodian las celebraciones en torno a la Basílica de la Natividad y los accesos a la ciudad de Belén.
Así, Navidad y Año Nuevo en Jerusalén y Belén pasa este año por uno de sus momentos más difíciles debido a la ola de violencia en toda la zona que eclipsó los festejos y afectó seriamente el turismo a niveles que no se veían desde hace años.
Según estimaciones preliminares del sector hotelero, la ocupación de habitaciones se redujo a la mitad y afecta a todos los sectores relacionados, desde restaurantes a negocios de recuerdos.
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