Las afirmaciones de Shpirer dan la pauta de que por causa de situaciones como la actual en Israel, no sólo hay daños físicos, sino que a la orden del día están también los traumáticos, esos de dejan secuelas que no se olvidan jamás.
Shpirer explica que siente por dentro una generación que ya vive 14 años bajo amenazas de misiles y en riesgo permanente.