El testimonio del coronel Richard Kemp es categórico. En la guerra actual entre Israel y Hamás, se están cometiendo crímenes de guerra, pero en su opinión, estos deben ser endilgados a la organización integrista islámica que gobierna la Franja de Gaza, y no a Israel.
Kemp analiza con la experiencia que le da su trayectoria. Fue comandante de las tropas de Gran Bretaña en Afganistán, donde combatió a los Talibanes, comandó los Cascos Azules de su país en las fuerzas de paz de la ONU en Kosovo y tuvo a su cargo la lucha contra el terrorismo en Irlanda del Norte, entre otras responsabilidades.
Es un directo conocedor del campo de batalla y del desafío especial que supone la guerra de un país democrático contra fuerzas radicales, especialmente motivadas por ideología fundamentalista.
Ha visitado Israel en ocasión de todos los grandes operativos militares contra Hamás en la Franja de Gaza. Y el actual, no es la excepción.
El coronel Kemp, es miembro de la iniciativa Friends of Israel, fundada por el ex presidente del Gobierno de España, José María Aznar.
Este es un resumen de sus conceptos.
- Coronel Kemp, uno de los puntos con los que más se ha criticado a Israel en las últimas dos semanas, es el argumento de que respondió a los misiles lanzados por Hamás desde Gaza, en forma desproporcionada. ¿Está usted de acuerdo?
- No, en absoluto. El tema de la proporcionalidad no significa que si mueren 100 palestinos, tienen que morir 100 israelíes. Según las leyes que rigen los conflictos, al usarse fuerza militar en áreas en las que puede haber bajas civiles, debe usarse fuerza proporcional al valor del blanco al que se ataca. Uno puede alegar que no es proporcional matar 100 civiles para destruir lanzaderas de cohetes que no han matado a tanta gente o no han matado a nadie. Pero en realidad no es así, porque lo que hay que tener en cuenta es el potencial de cada cohete, que así como puede no matar a nadie, puede también caer sobre una escuela o un hospital. Lo he visto directamente en el terreno, aquí en Israel, por ejemplo en Sderot. Hablé con gente que si no hubiera corrido al refugio apenas oyó la alarma, sin duda habría muerto. Los destrozos en sus casas, que vieron al salir del refugio, no dejan lugar a dudas al respecto. La investigación de si Israel ataca en forma proporcional en cada caso, se puede hacer después. Mi evaluación por ahora es que sí es proporcional.
- ¿Tiene relevancia el argumento israelí de que mueren civiles en gran medida
porque Hamás los usa como «escudos humanos», porque libra su guerra desde zonas civiles?
- Por supuesto. Me consta que el Ejército israelí da a la población numerosos avisos con anticipación para que abandone la zona que será bombardeada por ser escondite de misiles o zona de lanzamiento de misiles. Y me consta que Hamás les dice que se queden o, directamente, les impide salir.
- Esto lleva a la discusión sobre la legitimidad de cada blanco, como blanco militar…
- Una fuerza militar - y a los efectos de esta discusión, está claro que Hamás lo es - no debe posicionar en forma deliberada ningún blanco de carácter militar, armado, en medio de la población civil. Y según las leyes del conflicto, inclusive si el otro lado ataca esos blancos sabiendo que hay allí civiles, es legal.
- ¿Usted está diciendo que según el Derecho internacional, en guerra, está permitido atacar blancos militares enemigos aunque haya allí civiles?
- Las leyes que rigen los conflictos internacionales, no exigen dejar de atacar blancos militares enemigos porque haya civiles. Eso es muy claro. Pero aquí lo que más cuenta es que los israelíes han tomado medidas excepcionales para impedir bajas civiles y creo que han ido mucho más allá de lo que el Derecho Internacional exige y por cierto mucho más allá de lo que cualquier ejército en esta región haría y probablemente de lo que haría la mayoría, si no todos los ejércitos del mundo. Le diré que el Ejército británico aprendió lecciones en Afganistán de lo que Israel hizo en Gaza. Algunos de los métodos usados por Israel en Gaza, fueron adoptados luego en Afganistán por tropas británicas, para minimizar víctimas civiles. Por ende, mi crítica central es a Hamás, por ubicar sus sistemas y armas entre los civiles. Es que Hamás quiere que el Ejército israelí mate civiles palestinos.
- ¿Cuál es la lógica?
- La lógica es que ese tipo de organizaciones, saben que ganan así por partida doble. En numerosas ocasiones, el Ejército israelí identificó el blanco buscado, pero no abrió fuego porque fueron divisados civiles cerca. De ese modo, Hamás logra impedir el ataque. Y si el ejército ataca de todos modos y mata civiles, Hamás gana la guerra propagandística. Usar a civiles de esa forma, es un crimen de guerra.
- ¿Usted acusa a Hamás de cometer crímenes de guerra?
- Categóricamente. De lo que yo he visto hasta ahora, las Fuerzas de Defensa de Israel no cometen crímenes de guerra en Gaza, pero Hamás sí, tanto al disparar cohetes en forma indiscriminada hacia civiles israelíes como al usar a sus propios civiles como escudos humanos y posicionar sus armas deliberadamente entre la población civil.
- Pero el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, dijo que la operación israelí es una atrocidad...
- Quiero ser muy claro. Es cierto que es terrible ver fotos de civiles muertos, pero es irresponsable de parte del secretario general de la ONU decir lo que dijo. Él declaró que Israel tiene que hacer más para evitar víctimas civiles. Estoy seguro que Israel haría más si pudiera. Pero estimo que Ban Ki Moon no habla en base a ninguna experiencia militar. Lo que él dijo, da apoyo a la táctica de Hamás de usar a sus civiles como escudos humanos. Todos los que hablan de esta forma, están alentando a Hamás a usar a inocentes como escudos humanos. Hay algo muy claro: organizaciones como los Talibanes, Hamás, Al Qaeda, el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), Al Nusra en Siria, todos estos grupos extremistas, conocen muy bien las leyes de guerra por las que se rige Occidente. Las estudian a fondo. No se adhieren, pero las usan para explotar al máximo el respeto que los ejércitos occidentales sí tienen para con ellas.
Fuente: Semanario Hebreo de Uruguay