El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, se perfila como vencedor en las elecciones primarias su partido, el Likud. Netanyahu se enfrenta a un solo contrincante, el ultraconservador Moshé Feiglin, que cuenta con el respaldo de buena parte del voto de los habitantes de los asentamientos.
Según informó el comité electoral, a primera hora de la tarde se había registrado una participación del 20%. Los primeros resultados definitivos se esperan a partir de las 24:00 horas.
A los comicios fueron llamadas unas 125.000 personas, miembros de la formación derechista durante al menos dieciséis meses. En las anteriores primarias del partido, celebradas en agosto de 2007, Netanyahu obtuvo el 75% de los votos, frente al 24% al Feiglin.
«Los verdaderos votantes del Likud deben votar por mí», manifestó Netanyahu, que fue de los primeros en depositar su voto acompañado por su esposa Sara.
«Creo que voy a ganar, pero tenemos que dar expresión al apoyo manifestado a mi favor sobre el terreno», añadió el primer ministro a los medio.
La unanimidad entre los analistas es total respecto a la previsible victoria del mandatario israelí sobre Feiglin, representante del sector de la formación más radical del partido.
La ministra de Cultura y Deportes, Limor Livnat, declaró a la radio pública israelí que Netanyahu ganará con una gran diferencia, algo que respaldan los principales sondeos. Por su parte, Shai Malka, responsable de la facción pro Feiglin, señaló que la candidatura de Feiglin es una «cuestión de principios y una victoria en si misma», independientemente del resultado.
No obstante, el equipo de Netanyahu envió un mensaje a miles de miembros del Likud emplazándoles a votar, ante el temor de que una baja participación infle artificialmente la representatividad de Feiglin.
Por otra parte, un grupo de activistas del partido que recabó las firmas de miles de miembros llamó a boicotear las primarias en protesta por el apoyo de Netanyahu a un plan para reubicar a los colonos de Migrón a pocos metros del asentamiento en Cisjordania, a fin de cumplir una sentencia de la Corte Suprema que obliga a su evacuación.
Netanyahu convocó las primarias el pasado diciembre en una maniobra interpretada por algunos analistas como una forma de asegurarse una cómoda mayoría en un momento de estabilidad de su coalición y de prepararse para unas elecciones generales anticipadas o para una eventual ruptura de la coalición gubernamental por Israel Beitenu, el partido ultraderechista del canciller Avigdor Liberman.
De hecho, el Likud debe celebrar primarias medio año antes de la fecha de las elecciones legislativas, según los estatutos del partido israelí.
Las elecciones generales están previstas para principios de 2013, pero es bastante probable que se adelanten a 2012, según los cálculos de algunos expertos.
El anuncio de las primarias en el Likud obligó a su principal rival opositor, el mucho más internamente dividido partido Kadima, de la anterior ministra de Exteriores, Tzipi Livni, a mover ficha y convocarlas para el próximo 27 de marzo.
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