Desde todo punto de vista, en Gaza hay un Estado dirigido por Hamás; tiene fronteras, gobierno, ministerios, fuerzas militares y policiales, sistema judicial y acatamiento de las leyes.
 
Desde que Hamás se adueñó de Gaza, trabaja sin descanso a fin asentar el orden y la estabilidad en la Franja. Destruyó las fuerzas de Ramallah, aisló a Al Fatah, introdujo la ley islámica, creó tribunales y manipula a las organizaciones internacionales que allí actúan.

La misión principal de Hamás es monopolizar el uso de la fuerza. Silenció a las diferentes  milicias, expulsó familias que apoyaban a Al Fatah y masacró a todas las organizaciones que intentaron influir en Gaza.

Desde todo punto de vista, en Gaza hay un Estado que funciona; tiene fronteras, gobierno, ministerios, fuerzas militares y policiales, sistema judicial y acatamiento de la ley. En las calles no se dispara sobre la gente porque nadie, exceptuando las fuerzas de seguridad, porta armas.

Lo único que le falta al Estado de Gaza es la declaración de la independencia y el reconocimiento internacional; pero esas son sólo palabras. Es por ello que el ex ministro de Seguridad y ex Comandante en Jefe de Tzáhal, Shaul Mofaz, reconoce dicha realidad y propone negociar con Hamás.

La exigencia de Hamás a todas las organizaciones en la Franja de un alto al fuego sobre Israel, no proviene de un cariño inmenso por el pueblo que vive en Sión, sino por una preocupación real por conservar la estabilidad del Estado de Gaza.

Últimamente fueron publicadas muchas críticas a Hamás, porque aún no comenzó el reestablecimiento de Gaza, donde numerosos habitantes viven sobre los escombros.

Lo último que necesita el Estado de Gaza actualmente, es la reanudación de la violencia y el incremento de la tensión regional que podría amenguar aún más la paciencia de Israel frente a los misiles Kassam en el sur.

Una influencia apaciguadora anti-Kassam viene acompañada por el interés del Gobierno de Gaza de propulsar el caso Shalit. Una negociación exitosa que permita la liberación masiva de prisioneros a cambio del soldado israelí secuestrado, le brindará a Haás puntos adicionales a expensas de los "traidores de Ramallah" que se tambalean.

* El autor es investigador de Historia del Oriente Medio en el Centro Begin-Sadat, de la Universidad Bar Ilán.

Fuente: Israel Haiom - 22.11.09
Traducción: Lea Dassa para Argentina.co.il