La ciudad de Belén iluminada especialmente para Navidad espera conseguir eb estas fietas un nuevo récord de visitantes entre turistas y peregrinos en el lugar donde, de acuerdo con la tradición cristiana, nació Jesús.
El número de turistas y peregrinos que visitan Belén no ha dejado de crecer en los últimos años en paralelo a la reducción de la inseguridad desde el final de la segunda Intifada a partir del 2004.
"El año pasado alcanzamos un récord con 1.9 millones de visitantes y en 2011 esperamos superar esa cifra y llegar a 2 millones y medio, pese a la inseguridad provocada en la región por la primavera árabe", manifestó la ministra de Turismo de la Autoridad Palestina, Jolud Daibes.
Además, según Daibes, el número de pernoctaciones aumentó este año un 12 por ciento, sobre todo en Belén, lo que para los palestinos supone un especial logro, ya que la mayoría de los turistas suelen dormir en Jerusalén y viajar sólo a la ciudad vecina durante algunas horas para visitar la Basílica de la Natividad.
En Belén la cifra de habitaciones hoteleras se duplicó en los últimos tres años. En la actualidad se están construyendo dos nuevos hoteles.
El objetivo es conseguir no sólo más visitantes sino que éstos se queden durante más tiempo y dejen más dinero en las arcas palestinas.
"El 90 por ciento del gasto de los turistas se queda en Israel y sólo un 10 por ciento en la Autoridad Palestina", dijo la ministra y lo achacó a la ocupación, al muro, a los controles y a las restricciones impuestas por Israel.
Daibes agregó que "Belén debe ser considerada patrimonio de la humanidad, libre para el acceso de todos los ciudadanos del mundo, y no puede vivir encerrada entre muros, asentamientos y puestos militares".