El ejército israelí identificó recientemente las zonas amenazadas en las principales ciudades de Israel, y predijo que Jerusalén podría ser blanco de un ataque con misiles, incluso durante un conflicto menor con Hamas y la Yihad Islámica en la Franja de Gaza, ya que se cree que ambas organizaciones terroristas poseen misiles iraníes capaces de atacar la capital y sus alrededores.
Las zonas amenazadas son determinadas por el Comando de Defensa y se basan en información recogida sobre las intenciones del enemigo y sus capacidades.
Posteriormente, los municipios y los consejos locales reciben una estimación del número de misiles que podrían enfrentar en un conflicto y se les aconseja sobre cómo deben prepararse. Durante años, el sistema de defensa asumió que los enemigos de Israel, principalmente Hezbollah y Siria, evitarían dirigir sus ataques a Jerusalén debido a la gran cantidad de población árabe en la ciudad, y el temor a que los lugares sagrados musulmanes, tales como la Mezquita Al Aksa, se vieran afectados accidentalmente.