El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, solicitó al Fiscal General del Estado que investigue al Mufti de Jerusalén, el jeque Mohammed Hussein, por supuesta incitación al asesinato de judíos.
En un sermón en un acto en que se conmemoraba el 47° aniversario del movimiento palestino Al Fatah, el Mufti leyó un versículo del «Hadiz» - los dichos y acciones que se atribuyen al profeta Mahoma y que forman parte de la tradición islámica - en el que pide a los musulmanes que maten a los judíos en una yihad (guerra santa).
«La hora de la resurrección no llegará hasta que luchéis contra los judíos. Los judíos se esconderán detrás de piedras o árboles. Entonces las piedras y los árboles llamarán: Oh musulmán, sirviente de Dios, hay un judío detrás de mi, ven y mátalo», cita el verso pronunciado por el jeque.
Al parecer, el presentador que introdujo al mufti en el acto lo hizo también con una polémica frase: «Nuestra guerra con los descendientes de los monos y de los cerdos es una guerra de fe y religión».
Hussein, máxima autoridad islámica en Jerusalén y en los territorios palestinos, se defendió de las acusaciones argumentando que él no incitó al asesinato de judíos, sino que se limitó a citar un verso del «Hadiz».
«No puedo cambiar el Hadiz», declaró a la radio oficial israelí.
Netanyahu considera que la cita «son palabras muy graves que el mundo debe condenar».
La reacción del mandatario tiene lugar pocos días antes de la conmemoración del Día Internacional en Recuerdo del Holocausto.
Evocando la significativa fecha, Netanyahu declaró que «el pueblo judío y el Gobierno israelí tienen la obligación y el derecho de prevenir otro genocidio similar o ataques contra su estado».
«Hace setenta años el pueblo judío estaba indefenso», señaló Netanyahu, y añadió que «la diferencia entre 1942 y 2012 no está en la ausencia de enemigos; ese mismo deseo de destruir al pueblo judío y el Estado hebreo que fue creado existe y no cambió. La diferencia está en nuestra habilidad para defendernos y para hacerlo con determinación», afirmó.