Mientras Egipto sigue mediando con las partes para conseguir una tregua, en el terreno no hay cambios. Mientras la Fuerza Aérea israelí atacó varios objetivos en la Franja de Gaza provocando la muerte de dos miembros del brazo armado de la Yihad Islámica y alrededor de 30 heridos, los grupos de terroristas palestinos dispararon en las últimas horas más de 15 proyectiles y misiles contra varias ciudades del sur de Israel.
Desde el viernes, 20 palestinos (18 terroristas y dos civiles) murieron y varias decenas resultaron heridos en numerosos ataques aéreos israelíes al tiempo que la Yihad Islámica y el Comité de Resistencia Popular (CRP) dispararon más de 160 misiles, cohetes y proyectiles de mortero contra las ciudades israelíes provocando un herido grave.
Las baterías defensivas «Cúpula de Hierro» desplegadas en el sur de Israel neutralizaron 44 misiles de 53 intentos (los que calcula que caen en zonas deshabitadas no los derriba). De esta forma, evitaron impactos directos, excepto en una zona residencial en la ciudad de Beer Sheva, en una escuela de la ciudad o cerca de una guardería en el Consejo Regional Eshkol sin provocar víctimas.
Ambas partes reconocen los contactos con Egipto pero las acciones y declaraciones no invitan a pensar que la espiral de violencia tenga un fin inminente. Hamás, que gobiena en Gaza, condena y advierte a Israel pero solicitó al resto de facciones armadas, de momento sin éxito, que cesen sus acciones. Varios de sus dirigentes se encuentran en El Cairo.
El jefe del Ejército israelí, Benny Gantz, ordenó «seguir actuando contra los terroristas hasta que dejen de disparar contra nuestros ciudadanos en el sur del país». Según fuentes militares, «Israel está dispuesto a la tregua pero si los terroristas continúan atacando, seguirá respondiendo con contundencia». En una señal más de que el cese del fuego no es cuestión de horas, Gantz anuló su viaje a Estados Unidos previsto para estos días.
Con doce bajas en su brazo armado en tres dias, la Yihad rechazó la tregua y en todo caso la condiciona a que Israel se comprometa a no cometer ataques contra cabecillas de las facciones armadas como la que el viernes pasado acabó con la vida del líder de CRP, Zuheir Al Qaisi. Su muerte, tras el impacto de dos misiles israelíes contra el coche en el que circulaba en Gaza, desató este fin de semana una tormenta de violencia, amenazas y funerales.
«Israel empezó la agresión y por eso debe frenar en primer lugar sus ataques contra nuestro pueblo. Hemos dicho a Egipto que no hay lugar para hablar de una tregua y seguiremos nuestras operaciones», afirmó el dirigente de la Yihad, Ziad a-Nahala.
Este grupo terrorista - que recibe armas y dinero de Irán - no ahorra críticas contra Hamás por no sumarse al lanzamiento de cohetes contra el sur de Israel.
«Todas las facciones deben luchar contra el enemigo. El que pide tregua, le digo que debe sumarse al disparo de misiles o callarse», advirtió Abu Ahmed, portavoz del brazo armado de la Yihad, que amenazó con incrementar el alcance de sus misiles. De momento llegaron a unos 40 kilómetros aunque tienen en su poder proyectiles que pueden alcanzar la zona de Tel Aviv.
Más allá de las gestiones de Egipto y otros mediadores, mucho depende de Hamás. El movimiento islamista más poderoso de Gaza se encuentra ante un dilema. Por un lado, no desea abandonar su bandera más reconocible, la lucha armada contra Israel y está siendo criticado por la Yihad al no participar en esta escalada de violencia.
Por otro, es el gobernante de Gaza, depende mucho del nuevo Egipto post Hosni Mubarak y sabe que si se suma masivamente a la Yihad, la escalada se convertiria en una guerra. La reacción de Israel podría desembocar en una operación militar a gran escala amenazando su régimen.Notas relacionadas:
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