Fuentes cada vez más consistentes informan sobre un acuerdo de tregua - conseguido por Egipto - entre Israel y las organizaciones terroristas de Gaza, luego de ataques mutuos en la Franja y en las poblaciones del sur de Israel en un círculo de acciones y represalias.

Una fuente de los servicios de Inteligencia del mediador egipcio confirmó esta madrugada el acuerdo de alto el fuego y su inicio a partir de la 01.00 hora local.

Sin confirmar o desmentir, Israel se limitó a avisar: «No hay un acuerdo de tregua pero si ellos no atacan, nosotros tampoco atacaremos. Calma será respondida con calma. De lo contrario, habrá escalada e Israel endurecerá sus acciones contra los terroristas».

La Yihad Islámica, el principal grupo en esta espiral de violencia ante Israel, no quiso confirmarlo tampoco y uno de sus portavoces afirmó que «no habrá tregua hasta que cesen las agresiones sionistas».

Antes de dicha información, el Ejército israelí confirmó el ataque contra una base militar de la Yihad y un comando que había disparado tres misiles Grad contra la ciudad de Ashkelón. Dos miembros del brazo armado de la Yihad murieron elevando el balance a 20 terroristas y cinco civiles palestinos muertos y decenas de heridos en ataques aéreos israelíes desde que el viernes estallara la ola de violencia.

Más de 200 misiles Grad, proyectiles de mortero y cohetes Qassam paralizaron ciudades y poblaciones del sur de Israel donde un millón de habitantes lleva varios días en los refugios. Una de las causas que los ataques palestinos sólo haya provocado heridos - entre ellos una mujer de 80 años por metralla y un trabajador extranjero de carácter grave - es el excelente funcionamiento de las tres baterías «Cúpula de Hierro» que consiguieron derriba decenas de misiles y proyectiles palestinos.

La población de Gaza, por su parte, teme lo peor y espera que se restaure la calma tras los ultimos y sufridos cuatro días de ataques aéreos.

La Yihad Islámica advierte con ampliar el alcance de sus misiles contra Israel y al mismo tiempo desafía públicamente al grupo islamista Hamás al que pone en un dilema muy delicado.

Hamás no prtende abandonar su bandera más reconocible, la lucha armada contra Israel, pero su retórica no va acompañada esta vez con misiles.

Hamás es el gobernante de Gaza, depende económicamente del Egipto post Mubarak y sabe que si se suma masivamente a la Yihad, la escalada se convertiría en una guerra. La reacción de Israel podría desembocar en una operación militar a gran escala amenazando su régimen.

Mientras sus dirigentes se siguen advirtiendo y planteando tremendos escenarios, israelíes y palestinos viven horas clave para saber si les esperan días de tregua o fuego.