El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, aseguró que Irán comenzó a sufrir problemas económicos debido a las sanciones internacionales, pero advirtió de que todavía no dio marcha atrás «ni un milímetro» en su controvertido programa nuclear.

Durante una rueda de prensa con motivo de su tercer añosen el poder, Netanyahu volvió a referirse en su discurso a la amenaza iraní, y alertó con atacar si persiste en sus ambiciones en materia nuclear, tras las que podría ocultarse un plan para fabricar armamentos atómicos.

El primer ministro israelí se preguntó si las dificultades derivadas de las sanciones llevarán a Teherán a detener su proyecto. «El tiempo lo dirá. No puedo adelantar lo que ocurrirá», añadió Netanyahu.

El líder israelí subrayó que aunque el pueblo judío no contaba hace setenta y ochenta años con las capacidades y herramientas para responder a las amenazas, hoy en día no es así.

«Estas herramientas existen y es nuestro deber usarlas para desbaratar cualquier mala intención por parte de nuestros enemigos», argumentó el jefe de Gobierno, que se comprometió a «hacer todo lo posible para afrontar el peligro».

En este sentido, Netanyahu apeló a la comunidad internacional para trabajar juntos frente a Irán, ya que supone un gran peligro para todos.

El jefe del gobierno habló de las «cuatro amenazas que afronta» Israel y que enumeró como: «un Irán nuclear, cohetes, la guerra internética y las fronteras».

«Tenemos que permanecer vigilantes en nuestra fronteras pero cualquier de las otras puede suponer una amenaza a Israel», subrayó.

Netanyahu se centró además en los aspectos económicos de su gestión. «En sus primeros tres años, mi gobierno realizó una serie de reformas y cambios estructurales importantes que ayudaron a la economía a crecer, redujeron las disparidades sociales y sirvieron para superar la dura crisis de 2008 y 2009».

Para la presentación de sus logros la oficina del primer ministro produjo un vídeo animado e imprimió amplia documentación sobre la reducción del desempleo a niveles sin precedentes (alrededor de 5,5%), la mejoría en la clasificación de riesgo de Israel por las agencias internacionales, y las medidas introducidas para impedir pronunciadas subidas en la gasolina y la electricidad.

También destacó su compromiso con las reformas sociales iniciadas el pasado verano a raíz de una serie de manifestaciones populares, y que le llevaron a reducir los impuestos a las familias trabajadoras con hijos para fortalecer a la clase media.

«Después de tres años puedo decir que este árbol (Israel) es notablemente fuerte y está creciendo para dar frutos», insistió Netanyahu en un recuento de sus logros personales y los de su Ejecutivo.