El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abbás, felicitaron a François Hollande. El nuevo presidente francés recibió un 7,2% de los votos franco-israelíes y un 82% de apoyos francopalestinos en Cisjordania.

Netanyahu felicitó a Hollande al inicio de la reunión semanal de su Gobierno y subrayó que las relaciones entre sus respectivos países «seguirán siendo amistosas, como siempre han sido».

«Estoy deseando reunirme con él para mantener este vínculo, que es importante tanto bilateral como internacionalmente», agregó.

También Abbás felicitó al presidente electo, al que deseó «suerte y éxito». Asimismo, expresó su convicción de que el nuevo inquilino del Palacio del Elíseo apoyará los esfuerzos para lograr una paz justa y duradera en Oriente Medio que ponga fin a la ocupación israelí.

En Israel, analistas y votantes con ciudadanía francesa e israelí coincidían en preferir la reelección de Sarkozy, considerado uno de sus principales valedores en Europa.

De los cerca de 10.000 votantes en Israel para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas un 92,8% optó por Sarkozy mientras que apenas un 7,2% prefirió a Hollande, según los datos publicados en la web de la Embajada de Francia en Tel Aviv.

Los resultados contrastan con los totales del 51,7% que obtuvo el candidato socialista y el 48,3% del conservador.

El voto en la ciudad cisjordana de Ramallah fue numéricamente muy inferior: participaron 75 de los 213 electores inscritos, según datos del Consulado de Francia en Jerusalén.

El resultado fue prácticamente inverso a Israel, con un 82% de apoyos a Hollande y un 18% a Sarkozy, si bien cabe señalar que no todos son votos de con franco-palestinos, sino también de expatriados con sólo ciudadanía francesa, y que también, aunque en número muy escaso, hubo palestinos que votaron en Jerusalén.

El periodista Anshel Pfeffer, del diario israelí «Haaretz», consideró que «Sarkozy será echado de menos en Israel, donde siempre se le ha visto como un presidente amigo sin demasiadas demandas».

«Teniendo en cuenta los problemas internos que el nuevo Gobierno francés afronta ahora, es fácil apostar por que Israel no estará muy arriba en su agenda a corto plazo», apunta.

En el voto franco-israelí parecen haber pesado más los esfuerzos de Sarkozy para lograr la liberación del soldado Gilad Shalit, que posee ciudadanía francesa e israelí, que el que fuese grabado llamando «mentiroso» a Netanyahu en una conversación privada con su homólogo estadounidense, Barack Obama.

En cuanto a Hollande, se trata «no sólo de un misterio para el público israelí, sino también para sus políticos», ya que nunca ha visitado Israel ni se ha metido en asuntos de política exterior durante su carrera política», subrayó el corresponsal diplomático del mismo rotativo, Barak Ravid.

«Durante su campaña presidencial, Hollande nunca ha criticado a Israel y ha presentado en conjunto una posición equilibrada, cuyo objetivo era no molestar a nadie», agregó.

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