El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Liberman, acusó a Europa de aplicar una política hostil a los judíos como «al final de los años '30», después de que la Unión Europea condenara los proyectos de construcción de nuevos asentamientos israelíes.

«Una vez más Europa no tiene en cuenta los llamamientos a la destrucción de Israel. Ya vimos eso al final de los años '30 y al comienzo de los años '40 cuando Europa sabía lo que ocurría en los campos de concentración y no actuó», declaró Liberman a la radio pública.

El ministro se refería a las declaraciones del jefe de Hamás en el exilio, Khaled Mashal, durante su reciente visita a Gaza, donde proclamó que «liberar toda Palestina, es un derecho, un deber y un objetivo», con lo que se negaba a reconocer la existencia del Estado de Israel.

«Europa se pegó una bofetada a sí misma. Cuando uno sacrifica a los judíos hay que preguntarse quién será el próximo. En Toulouse, el terrorista que asesinó a niños judíos en su propia escuela también había matado antes a soldados franceses», añadió el jefe de la diplomacia.

«El terrorismo la emprende con los judíos pero arremete contra todos los países y valores occidentales. Israel no es más que un aperitivo», añadió Liberman.

El canciller también denunció al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás. «Hamás llama a la destrucción de Israel y se niega a reconocer a Israel y Abbás apoya esta posición cuando Europa se calla», agregó.

Los ministros de Exteriores europeos se habían declarado «firmemente opuestos a los proyectos israelíes de extender los asentamientos en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental».

En represalia por la concesión a Palestina del estatus de Estado observador no miembro de la ONU, Israel anunció la semana pasada su intención de ampliar los asentamientos, sobre todo en el sector E1 que comunica Maalé Adumim con los barrios de Jerusalén Oriental.

Si se llevara a cabo este proyecto se cortaría en dos Cisjordania y aislaría a Jerusalén. Los ministros europeos estiman que esto complicaría la creación en el futuro de un Estado palestino.

El número dos del Partido Laborista, Itzjak Herzog, denunció en la radio pública las declaraciones de Liberman porque siembra el «miedo y la angustia entre los israelíes estableciendo un vínculo entre la situación actual y el Holocausto.

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