El presidente de Israel, Shimón Peres, mostró su deseo de que el proceso de paz entre su país y los palestinos pueda retomarse con motivo de la visita que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, efectuará al Estado judío en los próximos días.

«Obama es un gran líder que busca la paz. Es nuestro amigo, es amigo de los árabes. Su visita es una gran oportunidad para retomar el proceso de paz», afirmó Peres en París, donde mantuvo un encuentro con su homólogo francés, François Hollande.

En este sentido, el mandatario hebreo también se mostró confiado en que la formación de un nuevo gobierno en su país tras las elecciones del mes pasado pueda servir para retomar el diálogo con los palestinos.

Peres afirmó compartir el análisis de su homólogo francés sobre la búsqueda de una solución que pase por la formación de dos Estados «que puedan convivir en paz y cooperar económicamente».

En este sentido, Hollande recordó que la Unión Europea presta el apoyo económico necesario para la creación de un Estado palestino independiente que, dijo, tiene que ser económicamente viable.

El mandatario israelí mostró su confianza en poder cooperar con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, aunque denunció que Hamás «convirtió la Franja de Gaza en una base de terroristas».

Peres acusó a Hamás de haber provocado la ruptura de las negociaciones, al tiempo que consideró a Abbás «un socio serio que quiere buscar la paz».

Una de las pretensiones de Peres en su viaje a Europa, que lo llevó a Bruselas, pasa por que la Unión Europa incluya a Hezbolá en la lista de organizaciones terroristas.

Peres acusó a Hezbolá de estar detrás del atentado que costó la vida a cinco turistas israelíes y a un búlgaro en Bulgaria y de apoyar al régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, «un dictador terrible que está matando a su propio pueblo».

«Hezbolá es un peligro para la integridad de Líbano. Francia debe afrontar sus responsabilidades y liberar a Líbano de este peligro inútil», indicó.
En este sentido, Hollande se mostró más prudente y aseguró que hay que esperar el final de la investigación del atentado de Bulgaria para tomar una decisión, que se decidirá en el seno de la Unión Europea.

Los dos presidentes se mostraron de acuerdo en cuanto a la voluntad de impedir que Irán se dote de armas nucleares, porque eso constituiría, según ambos, «una amenaza para la paz mundial».

Hollande apostó por mantener la política de sanciones contra Teherán que, dijo, «está dando sus frutos» y no descartó reforzarlas si fuera necesario.

Peres, por su parte, indicó que hasta ahora esas sanciones «fueron más eficaces de lo esperado», pero señaló que «no son suficientes», por lo que pidió que no se descarte ninguna opción en el futuro si Irán sigue avanzando en su programa nuclear militar.

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