Autoridades de servicios de seguridad israelíes aseguraron haber registrado un aumento de los intentos de secuestro de soldados por parte de células terroristas en lo que va de 2013 e indicaron que en parte de los mismos están involucrados palestinos excarcelados en el marco del acuerdo por la liberación del soldado Gilad Shalit.

Los servicios de seguridad hebreos registraron un total de 27 intentos de secuestro o planes de secuestro contra militares, lo que supone la misma cifra que la registrada en todo 2012. En respuesta, el Ejército israelí reforzó las medidas de seguridad.

El último intento tuvo lugar el pasado martes, cuando dos soldados sufrieron un intento de secuestro cerca de su base militar en Hadera. Sin embargo, consiguieron resistirse y evitaron ser metidas en el interior de un vehículo, que finalmente se dio a la fuga. La policía indicó no tener datos sobre los responsables del suceso.

Un vocero las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informó al diario israelí «Haaretz» que «la mayoría de las organizaciones terroristas son conscientes de que para poder liberar a sus miembros de prisión deben capturar a un soldado».

«La mayoría de los incidentes están relacionados con operativos afiliados a Hamás, pero el deseo de secuestrar es común a todas las organizaciones terroristas. Mientras tengan motivaciones habrá que mantener un alto nivel de alerta», indicó el portavoz militar.

Por otra parte, las FDI elevaron su nivel de alerta en los Altos del Golán ante la posibilidad de secuestros y atentados terroristas derivados de la situación de descontrol securitario que atraviesa la zona a causa de la guerra civil en Siria.

Este mismo jueves, dos miembros de la Misión de Observación del Alto el Fuego en los Altos del Golán (UNDOF) resultaron heridos en el marco de los combates entre el Ejército sirio y grupos opositores al régimen por el control de un puesto fronterizo en la zona.

Israel sospecha que los diversos grupos yihadistas que combaten contra el Gobierno de Bashar al-Assad utilicen los Altos del Golán como trampolín para infiltrarse en el país.

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