En una ceremonia llevada a cabo en el Monte Herzl de Jerusalén con motivo del 18° aniversario del asesinato del ex primer ministro Itzjak Rabín, el presidente israelí, Shimón Peres, hizo hincapié en la necesidad de llegar a una solución con los palestinos.
«Todo el que piense que el statu quo con los palestinos puede continuar se está engañando a sí mismo y es susceptible de ser presa de esa ilusión», afirmó.
Peres destacó que Rabín tuvo el «coraje de tomar la iniciativa y forjar el camino de la historia», y agregó que «Itzjak fue asesinado, pero la necesidad de tomar decisiones históricas persiste».
El presidente israelí apuntó que el asesino de Rabín, Yigal Amir, «nunca será perdonado».
«Nadie tiene la autoridad como para perdonar sus actos», declaró.
Por su parte, el primer ministro, Binyamín Netanyahu, expresó que Israel tiene la obligación de continuar la misión de Rabín de alcanzar la paz con sus vecinos.
«El objetivo de Israel es lograr la paz con los palestinos. Sin embargo, el Estado judío no puede hacer la paz con aquellos enemigos que no la quieren», señaló.
El jefe del Gobierno hebreo indicó que «a los enemigos que quieren la destrucción de Israel no se les puede dar la ventaja de entregarles territorios para que avancen en ese objetivo».
Netanyahu aseveró que Rabín sabía muy bien que la paz de Israel con sus vecinos no pude lograrse sin la superioridad militar israelí.
«Sólo cuando nuestros enemigos comprendan nuestro poder; podremos hacer la paz con ellos», explicó.
Netanyahu puntualizó que a pesar de que Rabín es conocido por su búsqueda de la paz; nunca cerró los ojos ante los peligros que enfrenta Israel.
El primer ministro elogió a Rabín por su enorme contribución a la superioridad de las Fuerzas de Defensa de Israel, que garantiza la seguridad del Estado judío.
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