El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, instó al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, que acuda a Jerusalén para dirigirse la Parlamento en pleno. A cambio, él mismo se ofreció a viajar a Ramallah, donde tiene su sede la Autoridad Palestina, como gesto para desbloquear el proceso de paz, reactivado en julio por Estados Unidos.
«Dije en este recinto que acepto la solución de dos Estados para dos pueblos y que estamos esforzándonos para alcanzar un pacto que ponga fin al conflicto junto con los acuerdos de seguridad tan necesarios para Israel», afirmó Netanyahu.
«Desde aquí invito a Abbás a Jerusalén. Yo iré a Ramallah. Superemos este estancamiento en las conversaciones. Venga a la Knéset y en este lugar reconozca a Israel como el Estado del pueblo judío», agregó el primer ministro ante la presencia del presidente francés François Hollande.
«La mayoría de los miembros de la Knéset están unidos en este asunto. Para que la paz sea real deber ser también bidireccional. Nadie puede pedir que reconozcamos un Estado nacional palestino sin que se reconozca un Estado nación del pueblo judío que ponga fin a todas las exigencias territoriales», señaló.
«Reconozca la verdad histórica: los judíos tenemos una relación de 4.000 años con la Tierra de Israel. Los judíos somos un pueblo que tiene derecho a la autodeterminación», aseveró Netanyahu.
«Nuestros enemigos querían expulsarnos de nuestra tierra, pero no lo lograron y fundamos el Estado de Israel», añadió el líder hebreo y agradeció a Francia por el respaldo recibido entonces.
A su vez, la líder opositora, Shelly Yachimovich, también habló de las tratativas de paz con los palestinos y declaró que el Partido Laborista no está contento con el ritmo y la forma en que las negociaciones se están llevando a cabo y reiteró su posición de que si Netanyahu se dirige hacia un posible acuerdo, el partido le ofrecerá una red de seguridad significativa.
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