El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, calificó de «inmoral e injustificada» la campaña de boicot a Israel emprendida por diversas empresas y organizaciones internacionales y opinó que lo único que consiguen es fortalecer la «intransigencia palestina».
Netanyahu reaccionó un día después de que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, alertara a Israel de que podría pagar las consecuencias si fracasan las actuales tratativas con la Autoridad Palestina (AP) y en medio de la polémica surgida con el anuncio que se emitió esta noche en el intermedio del Superbowl y que protagoniza la actriz estadounidense Scarlet Johansson.
La actriz decidió renunciar esta semana a su condición de embajadora de la ONG Oxfam después de que esta organización y el comité de boicot a Israel (BDS) criticaran su participación en una campaña a favor de una máquina de soda que se fabrica en un asentamiento judío en Cisjordania.
«Los intentos de imponer el boicot al Estado de Israel son inmorales e injustificados. Más aún, no alcanzarán sus objetivos», aseveró el jefe del Ejecutivo hebreo.
«Esas campañas llevan a la Autoridad Palestina a plantarse en sus posiciones intransigentes y así alejarse de la paz», agregó Netanyahu al inicio de la reunión semanal de su Ejecutivo.
Similares comentarios hicieron otros miembros del Gabinete, como el ministro de Economía y líder del partido ultranacionalista religioso Habait Haieudí, Naftali Bennett, quien afirmó que «la presión económica no doblegará a Israel».
No obstante, la titular de Justicia y jefa del equipo negociador israelí, Tzipi Livni, salió en defensa de Kerry, en la línea de los que, como ella, piensan que la economía israelí se perjudicará si las negociaciones fracasan y el boicot se extiende.
A este respecto, Kerry señaló en Múnich que Israel debe preocuparse por el boicot si las tratativas fallan, algo que la Unión Europea también advirtió.
La Comisión Europea incluso dio ya el paso de cortar ciertas ayudas, mientras que diversos bancos y empresas europeas comenzaron a retirar sus inversiones en entidades israelíes que trabajan en asentamientos judíos en Cisjordania.
El último de ellos, fue el Danske Bank - el banco más grande de Dinamarca - que esta semana decidió retirar sus activos del Bank Hapoalim, uno de los más importantes de Israel, al considerar que no respeta la ley internacional humanitaria.
«Ninguna presión logrará que renuncie a los intereses vitales de Israel, especialmente los relativos a la seguridad de sus ciudadanos», aseguró Netanyahu.
En la misma línea se situó el ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, quien alabó la decisión de Johansson de no sumarse al boicot y preferir el anuncio de soda a su acción humanitaria con Oxfam.
«Quiero expresar mi apoyo a Scarlet Johansson, que tomó la valiente decisión de hacer frente a los inmorales e hipócritas. Hubo un intento por parte de los palestinos de atacarla por ser la embajadora de Sodastrem, cuya factoría esta en Maalé Adumim», destacó.
«Sin embargo, la actriz no se doblegó ni pidió perdón a aquellos que la atacan, sino que optó por un claro principio en contra de quienes disfrazan el antisemitismo clásico con falsas pretensiones. Nuestro Oscar va para Scarlet», resaltó Liberman.
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