El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, cosechó una nueva derrota electoral en la segunda vuelta de los comicios al Parlamento iraní al obtener 13 escaños de los 65 que estaban en juego, según anunció el ministerio del Interior.
El ala más conservadora, encabezada por el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, consolidó la amplia mayoría de la que goza en el Parlamento, integrado por 290 diputados. Los rivales del presidente iraní se hicieron con 41 escaños, mientras que los independientes obtuvieron 11.
Aunque el Parlamento carece de poder ejecutivo, sí puede resultar clave en la designación de los candidatos a suceder a Ahmadinejad, que renunciará a su cargo en agosto del próximo año al alcanzar el límite de su mandato. No obstante, su crédito político se vio mermado en favor del ayatolá Jamenei desde que el pasado año se recrudeciera las disputas entre ambos líderes iraníes.
El exiguo apoyo recibido en Teherán por parte de Ahmadinejad supuso una de las principales sorpresas donde consiguió sólo 9 de los 25 escaños.
El sistema electoral iraní estipula que todos los candidatos a ocupar un asiento en el Parlamento deben de gozar del beneplácito del Consejo de la Guardia de Irán, compuesto fundamentalmente por los sectores políticos más conservadores, afines a Jamenei y Ahmadinejad. Hasta 135 políticos concurrieron a esta segunda vuelta.
En la primera vuelta, celebrada a inicios de marzo, Teherán aseguró que la participación ascendió al 65% en los comicios en los que se elegían los otros 225 diputados. Según informó la agencia de noticias iraní Fars, la participación en esta ocasión fue superior, en especial en Teherán, donde alcanzó el 75%.
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